Una noche, después de un concierto en, Beny decidió salir a dar un paseo para despejar su mente. Caminando por las tranquilas calles, se encontró con una pequeña cafetería aún abierta. Entró y se sentó en una esquina, disfrutando de la tranquilidad...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
30 votos y desbloquean el cap 10
Narra Beny
Hoy había quedado con Ana para ir al centro comercial. Así que me había levantado temprano para ir al estudio, ya que estaba terminando mi próxima canción, que se llamaría Suprema.
Es una canción que creo que a la gente le gustará, por que mis temas de amor son los que a la gente más le gusta. Ya sabéis que la mayoría de mis temas de amor, no van para nadie, ni son experiencias mia ni nada, pero cuando empecé con esta letra, aveces me venían recuerdos con Ana.
Se que con Ana, por ahora no hemos llegado a nada, solo somos amigos, pero ustedes la habéis visto? Es una chica guapísima, es súper maja y súper buena persona. Es imposible que no te atraiga.
Bueno volviendo al tema de antes. Quise ir lo más temprano posible al estudio, ya que hoy me tendría que ir más temprano, por que recogería a Ana del trabajo, para después irnos al centro comercial.
Para estar por el centro comercial, llevaría puesto unos pantalones de chándal cortos y una camiseta Nike negra pegada, llevaría también una gorra. Se que me podrían reconocer pero sinceramente me daba igual.
—Beny, cuando quieres sacar la canción –me dijo Morad sacándome de mis pensamientos.
—Primero quiero que la escuche Ana, que se que le hace ilusión –le dije a Morad.
—Hermano, estás enamorado –dijo Morad. —Nunca te había visto así, quieres verla siempre y ahora quieres esperar a que ella escuche tu nueva canción.
—No estoy enamorado, lo único que ella me pidió escucharla. Y ya que le dije que si, no la voy a sacar sin enseñársela. Estaría mal hermano –le dije, ya que yo no me consideraba enamorado de ella, simplemente me atraía.
—Si tú lo dices, hasta te quedaste en su casa. A saber que hicisteis –dijo riéndose.
—No te lo vas a creer, pero cuando me quede en su casa a dormir, me quede en el sofá –le dije y el se empezó a reír todavía más.
—Hermano, entonces estás a dos velas. Yo pensaba que ya habríais echo de todo –dijo mi mejor amigo y yo negué con la cabeza. —Pero besaros si, no? –dijo y volví a negar. —Entonces es que ella contigo no quiere na.
—No se, por que el día que me quede en su casa, se enfado por que no me fui con ella a dormir, supongo que ni nos hemos besado por que yo no me lanzo –le dije.
—Hermano pues lánzate ya, que la vas a perder. Y es una chica muy guapa y muy buena como para perderla por ser gilipollas –me dijo y tenía razón, tendría que lanzarme ya, al menos para saber si yo también me gusto.