Sirius sabía que la famosa locura Black era real; su prima Bella era un claro ejemplo. Pero nunca creyó que le llegaría tan pronto. Demonios, su madre debió afectarlo la vez que le lanzó su primer y último Cruciatus hace dos meses.
Sus amigos lo habían estado viendo raro desde hace tres semanas, pero ellos no entendían. Nadie lo hacía en realidad. Pero de verdad, él no era esquizofrénico. Él era real.
No lo había imaginado. Había hablado con el chico de bellos ojos negros y piel pálida. Aún podía recordar cómo el largo cabello negro caía a los costados de su etérea y pálida cara, cubierta por ese lindo y tímido sonrojo. Era el chico más lindo que había visto en su vida. Pero luego de ese encuentro, no volvió a verlo. Lo buscó por todos lados, preguntó a todos sus conocidos, y nadie parecía haber visto a un chico con su descripción.
Esto lo estaba volviendo loco, más loco de lo que aparentemente estaba. ¿Cómo este chico se pudo haber desvanecido en el aire? ¿Y si era un fantasma? Aunque, con esa belleza, fácilmente podría ser un ángel o algún ser del bosque.Sirius soltó un fuerte suspiro y se restregó la cara con frustración. Acababa de pelear con Remus y James por culpa de esto.
—¡Por Merlín, Sirius, tienes que parar con esto! ¡No tiene sentido! —exclamó Remus.
—No, Remus, no pienso parar. Él es real, lo sé.
—Sirius, por favor, estás obsesionado con alguien que no existe. El chico del que hablas, nadie conoce a alguien así. Debes haberlo imaginado o soñado, ¡yo qué sé!
—Esta búsqueda no tiene sentido, lo sabes...
—¡Basta los dos! Yo sé lo que vi. Sé que era real. No estoy loco, así que no pienso parar, no ahora —dijo Sirius—. Y si quieren seguir ayudándome, adelante, pero si no, solo les pido que no intenten detenerme. Es mi vida y yo decido qué hacer, ¿okey?
A regañadientes y con duda, aceptaron dejarlo en paz. Si su amigo insistía en buscar a un chico que claramente era obra de su imaginación y era feliz buscando, ¿cómo podían interferir en eso?
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En ese momento, Sirius se encontraba caminando por uno de los pasillos más solitarios del castillo. Últimamente pasaba mucho tiempo solo; sus amigos preferían mantenerse al margen con todo ese asunto y trataban de dejarlo en paz. Así que tenía mucho tiempo para pensar.
Ya había pasado un mes desde la primera vez que se encontró con su misteriosa obsesión (como había comenzado a llamarlo) y una semana desde su discusión con sus amigos. Y no había nada, ni una pista. El chico parecía en serio no existir.
¿De verdad sus amigos tenían razón y lo había imaginado? ¿Y si fue solo un sueño vívido? ¿Un producto de un brote psicótico?.
Sirius suspiró sonoramente y agachó la cabeza. Tal vez sus amigos tenían razón y debía detenerse. Su hermoso desconocido, la razón de su obsesión, parecía no haber existido. ¿Y si realmente era un ángel?
Lamentándose por esto, no oyó los pasos apresurados que venían en su dirección. Cuando alzó la mirada, solo por unos instantes, su hermosa y misteriosa obsesión pasó a su lado de forma apresurada. Todo fue tan rápido, pero lo sabía: él estaba ahí, pasando a su lado para perderse al final del corredor.
Tan pronto como pudo reaccionar, corrió en dirección a donde el chico de sus sueños había ido. Pero al doblar la esquina, no encontró ni rastro. Volvía a desaparecer de su vida como humo. Aun así, estaba feliz. No era un sueño, no era una alucinación (quería creer). Él lo había visto.
Casi chocan por estar distraído. Por Merlín, gracias a lo que sea que interfirió para demostrarle que su chico existía.Corrió a su sala común a contarles a sus amigos, que a pesar de que aún se mantenían escépticos, escucharon el emocionado relato de ese encuentro fugaz que relataba sirius, brillando de alegria.
Lamentablemente, esa fue la última vez que lo volvió a ver. Luego de ahí no hubo nada más. Su misterioso chico no volvió a aparecer. A veces creía que lo veía de reojo, pasando a su lado o en personas con similitudes físicas. Lo que provocaba que su corazón se acelerara, pero se detuviera abruptamente ante la decepción de ver que se trataba de alguien más. Desde ahí, ya no fue el mismo, y sus amigos, por más que lo intentaron, no pudieron hacer nada.
Los días se volvieron semanas, las semanas en meses, y los meses en años. Para ser precisos, habían pasado dos años y cinco meses desde su primer encuentro con el chico misterioso dueño de sus suspiros. Ya se había graduado de Hogwarts y estaba pensando en comenzar el entrenamiento para ser auror junto con sus amigos. Pero antes sentía la necesidad de viajar a varios países y lo iba a hacer. Sus amigos lo apoyaban, creyendo que un nuevo aire podría reparar un poco su dañado corazón.
Y si se lo preguntan: No.
Nunca olvidó a su hermosa y misteriosa obsesión, el chico más hermoso que había conocido, el que le enseñó que el amor puede aparecer en solo un instante y que con solo un par de encuentros se puede quedar tan clavado en el alma.
Luego de él, no tuvo interés en intentar algo romántico con nadie. El pensar en estar con alguien que no fuera su chico le causaba malestar. Por más que sus amigos insistieron en que tuviera citas, conociera a alguien o simplemente tuviera un encuentro casual, le parecía estúpido.
¿Cómo podría estar con una persona cuando su corazón anhelaba a otra por más que esta no existiera? Prefería estar solo, algo que no le molestaba realmente.
Su misteriosa obsesión siempre iba a estar presente en su corazón y pensamientos, no importaba el tiempo, si era real o no, o si era un producto de su esquizofrenia. Él, en su corazón, sabía que era real.
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Holaaaa!
Esta es una pequeña historia que se me ocurrio de repente mientras estaba en pinterest, es algo corta pero espero les guste tanto como a mi me gusto escribirla.
Aun falta un extra que subire pronto entonces esperenlo <3
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Más que un Sueño- Snirius
FanfictionSirius Black siempre había oído hablar de la famosa locura de los Black, pero nunca imaginó que él mismo podría ser víctima de ella. Porque si no estaba loco, ¿cómo explicaba haberse enamorado de un chico que parecía no existir? One shot Sirius x...