Tomados de la mano.

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El primer día de clases aún no acababa y una de las nuevas profesoras se veía bastante entusiasmada con la idea que tenía en mente, incluso sonreía. A muchos les llamó la atención la actitud de esa profesora, ¿qué docente iba sonriendo por la vida? Marinette recordó un poco a la Señorita Bustier, ella había sido una profesora muy amable y cariñosa, jamás la olvidaría.

—Quiero que hagamos una actividad grupal, será en grupos de dos —muchos comenzaron a hablar emocionados, porque querían hacer la actividad con su compañero de asiento —. Pero yo elegiré las parejas —comenzaron a quejarse para demostrar que no estaban de acuerdo —. Chicos, de este modo podrán conocer más a sus compañeros. Recuerden que parte de la vida es tener nuevos amigos, este tipo de actividades sirven para esto. Quién sabe, quizás algún día me lo agradecerán —la profesora les guiñó el ojo.

A Marinette le tocó con Félix, por esa razón fue a sentarse con él.

—Entonces... ¿te sientes listo para esta actividad? —preguntó la azabache. Félix suspiró, a él no le gustaban las actividades grupales, nunca le gustaron —, de todas formas tú tienes bastante ventaja en esto, hablas bien el inglés.

—Claro, viví casi toda mi vida en Londres —respondió. No estaba presumiendo, hablaba de ese tema con cierto recelo —. Por eso tengo buena pronunciación en ese idioma. Creo que mi acento inglés es más refinado.

—Me gustaría hablar inglés refinado y no inglés "Tarzán", me cuesta desenvolverme en ese idioma porque me enreda bastante —admitió la azabache.

—Todo es cosa de práctica, Marinette —ella asintió —. De todas formas, esto es solo una actividad y en sí no tendrá una nota, por si deseas no hacerla.

La azabache observó a la profesora, ella se mantenía sentada y observaba a los grupos, tenía una sonrisa en su rostro. Esa mujer se veía bastante entusiasmada, como si tuviera todas sus esperanzas puestas en esa actividad.

—¿Sabes algo? Creo que esa profesora realmente cree que está actividad servirá para algo, no quiero decepcionarla —Félix también la observó y vio lo mismo que la azabache: esperanza en sus ojos —. No creo que nos tome demasiado.

Ambos asintieron y comenzaron a conversar. La actividad se trataba de describir a tu compañero, solo debías escribir cosas sobre esa persona, la dificultad estaba en que todo debía estar en inglés, porque estaban en esa clase.

A Marinette se le dificultaba un poco, entendía el idioma, pero no era una experta y se enredaba un poco. Félix podía ver como sacaba la lengua, se veía muy concentrada. Soltó una risa bastante suave, que ella no escuchó (o probablemente se hubiera enojado).

—¿Se te dificulta un poco escribir? —preguntó repentinamente —, quizás podría ayudarte, recuerda que tengo buen vocabulario.

—Sabes que no te conozco muy bien, pero quería escribir que eres un chico inteligente y astuto —dijo la azabache —. Por lo que sé también te gusta mucho leer y supongo que no te gusta mucho salir de casa.

—También me gusta jugar ajedrez y me gustan las películas antiguas —Marinette se mostró pensativa —. De acuerdo, te ayudaré a escribir eso.

Félix la ayudó como cuando ayudaba a Adrien con el inglés, aunque Marinette tenía más conocimiento que su primo, el problema era que confundía algunos tiempos verbales, pero no era mala. Si ella quisiera, podría aprender el idioma bastante bien.

Cuando terminaron, Marinette leyó un poco lo que Félix había escrito sobre ella, era bastante largo y entendió un poco, no había escrito nada malo (para su sorpresa). En cuanto terminaron, la profesora hizo que todos leyeran lo que todos escribieron. Se veía bastante feliz con los resultados.

—Gracias por ayudarme, creo que lo hicimos bastante bien.

—Es más fácil ayudarte a ti que a Adrien —Marinette consideró eso un cumplido.

Ella estiró su mano, para que pudieran chocar los puños a modo de celebración. Félix se estaba levantando de su silla y cuando vio la mano extendida de Marinette, pensó que le estaba pidiendo que la ayude a levantarse. Por eso, tomó su mano, ambos quedaron tomados de las manos. Después de eso, Félix salió del salón, tenía que salir un rato, aprovechar el recreo.

—¿Qué fue eso? —preguntó Alya acercándose —, ¿Por qué estaban tomados de las manos?

Marinette se sonrojó un poco.

—Yo solo quería chocar los cinco con él —respondió la azabache —. Creo que se confundió.

—Los hombres jamás nos confundimos —Diego, uno de los chicos nuevos se acercó para dar su opinión —. Ese chico quería tomar tú mano, eso te lo aseguro —y después salió junto a sus amigos.

—Wow...

—¿Félix no es un completo idiota? —Alya se veía bastante confundida. Marinette solo pensaba en que Félix podía ser amable si se lo proponía, porque estuvieron sentados durante toda la clase y en ningún momento la trató mal —, de todas formas debemos mantenernos alertas, ya sabes que él no me agrada —Marinette simplemente asintió, no sabía qué responder ante eso.

Mes Felinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora