Más vale tarde que nunca.

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Amelie estaba muy feliz al ver como todos estaban reunidos y celebraban, hace tiempo que la Mansión no se veía tan feliz, tan viva y tan alegre, era algo sorprendente y muy bonito.

Marinette no podía creer todo lo que estaba viviendo, porque ella no tenía amigos y en ese momento la mayoría de sus compañeros estaban ahí y la miraban sonrientes, era algo inusual para ella.

—¿Desde cuándo tú te preocupas tanto por los demás? —Adrien se acercó a Félix, quien observaba sonriente a la azabache.

—Yo jamás me preocupo por los demás —respondió Félix de modo sarcástico. Adrien sonrió, Félix lo imitó —. Creo que más vale tarde que nunca.

Félix continuó observando a la azabache, ella tenía una sonrisa en su rostro, se veía conmovida y emocionada a la vez, aunque solo charlaba con Alya y eso que había más personas a su alrededor.

—Ve con tu amiga —le dijo Diego acercándose a él.

—Ella te está esperando —dijo Adrien. Félix rodó los ojos. Ambos comenzaron a hacerle señas a Félix, señalando a la aAbache para que fuera con ella.

Félix se acercó. Alya sonrió al ver como ese chico (que parecía ser serio, pero aparentemente tenía un lado amable y con ella más que nada lo era). Entonces, Alya se alejó.

Marinette vio a Félix y sin pensarlo mucho se acercó a él y lo abrazó, él se sorprendió con esa reacción pero evidentemente correspondió el abrazo de su amiga, acarició su espalda.

—¡Es la primera vez en mi vida que me hacen una fiesta sorpresa! —exclamó la azabache —, y tú organizaste todo. ¡Muchas gracias!

—Sabía que te gustaría pasar un rato con amigos o posibles nuevos amigos —respondió el rubio —. Incluso...

Pero como las cosas buenas no siempre son eternas, un akumatizado apareció y de ese modo, la fiesta fue interrumpida. Muchos se escondieron, pero otros intentaron defender. Diego tenía su paleta de pin pon, atacó con ella y Claude también se acercó. Adrien también tomó algo como arma. Félix se preocupó por Marinette y como se hizo costumbre para él, la tomó entre sus brazos y la escondió dentro de la Mansión.

—Aquí estarás a salvo, no salgas hasta que todo termine —le dijo y después de eso salió, tenía que transformarse.

—Espera... —le susurró a Tikki, porque tenía que esconderse antes de transformarse. Entonces, observó con rapidez todo lo que había cerca de ella, abrió una puerta y finalmente se transformó —, el trabajo de un superhéroe nunca termina, ni siquiera en tu cumpleaños —dijo para después salir por la ventana más cercana.

*

Una vez que llegaron al lugar de la batalla comenzaron a hablar sobre lo que veían y lo que creían que podían hacer. Chat Noir le contó a Ladybug lo que sabía hasta ahora, porque él había llegado antes.

—De acuerdo, creo que ya sé cómo podemos ganar —Ladybug sonrió, le gustaba la sensación de pelear (era bastante movimiento y eso era entretenido, además, eran tan buenos que nunca resultaban heridos).

—Eso es bueno, porque quiero regresar rápido —respondió el felino. A Ladybug le sorprendió un poco el tono de voz que utilizó, porque sonaba serio, casi como si estuviera enojado. ¿Por qué estaría de ese modo? —. Dime tú plan y comencemos —exigió.

—Oh, claro... —Ladybug se sintió un tanto extraña gracias a la actitud de su compañero, él nunca actuaba de ese modo tan demandante y exigente, normalmente era más pacífico.

*

Por primera vez Chat Noir estaba peleando con gran intensidad y actuaba de modo un tanto acelerado. Ladybug estaba realmente sorprendida ante esa actitud. ¿Le había pasado algo?

Terminaron esa batalla con bastante rapidez.

—¡Lo hicimos! —chocaron sus puños y el felino se estaba yendo casi corriendo, parecía estar apresurado por alguna razón que ella no comprendía. Pero se devolvió con algo de rapidez.

—¡Nos vemos! —exclamó y se fue, ni siquiera dejo que ella se despidiera, estaba realmente apurado.

—Ese Gatito loco... —la azabache negó con la cabeza.

*

Después de eso, Félix regresó al cumpleaños y buscó a Marinette, parecía preocupado y su preocupación incrementó al no poder verla. ¿Le habría sucedido algo? ¿Se habría ido?

—Tu queridísima amiga está en el patio, tenía mucha sed cuando la vi —le dijo Diego acercándose. Diego mantenía una sonrisa burlona en su rostro, como si quisiera reírse de él. Félix solo rodó los ojos y asintió a modo de agradecimiento.

El rubio se dirigió al patio y vio como la azabache sostenía un vaso plástico en una de sus manos.

—¿Estás bien? —le preguntó, la preocupación estaba presente en su tono de voz —, yo intenté ayudar, pero no fue tan sencillo, por eso no regresé por ti.

—Estoy bien, gracias por toda tu preocupación y por todo lo que hiciste por mí.

—Es tu cumpleaños, lo mereces —le entregó una cajita, la cual ella recibió y nuevamente abrazó a Félix, se sentía emocionada por todo lo que estaba sucediendo ese día —. Nunca me habían abrazado tanto.

—Y yo hace mucho tiempo no tenía un cumpleaños con más personas —se sentía conmovida.

—Lo mereces, verás como tú vida comenzará a cambiar —le aseguró.

Escribir este capítulo fue divertido, comencé a escribirlo en el recreo, porque mi amigo me dejó sola, jajaja y lo acabó de terminar ahora que estoy esperando a que me retiren, sola otra vez. XD

Me encanta escribir sobre ellos, son tan tiernos. 🙊

¡Oficialmente estoy de vacaciones! Pero las profesoras se pusieron de acuerdo y ¡dejaron un montón de tareas! Voy a intentar actualizar, pero no prometo nada... lo siento, yo también quisiera poder escribir todos los días. 🥺

Mes Felinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora