Extra: 5.1

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1 de Enero, 10:15 a.m.

"¿Vas a decirme qué fue lo que pasó o voy a tener que sacártelo a la fuerza?"

Draken no se sorprende al escuchar la voz de Baji a su espalda. Por el contrario, se toma su tiempo para preparar la cafetera.

Estaría mintiendo si dice que la conversación que tuvo con Mikey en la mañana no lo dejó agotado mentalmente. Apenas y compartieron unas cuantas palabras, pero el corazón no ha dejado de dolerle desde entonces.

No deja de darle vueltas a la situación, una misma pregunta repitiéndose una y otra vez en su cabeza:

¿Qué fue lo que hizo tan mal?

No lo entiende. De verdad que no.

Entendería y comprendería que Mikey hubiese olvidado parte de la noche anterior si no fuera por la forma en la que lo había detenido cuando intentó preguntárselo directamente, como si le aborreciera la simple idea de ellos dos teniendo esa clase de momento tan íntimo y vulnerable.

Pero Mikey le pidió un beso y le confesó cosas que nunca antes compartió con él. Había parecido... dolorosamente sincero. Y luego lo miró con la clase de rostro que hacía que Draken se tragara las ganas de besarlo hasta el cansancio. Mejillas sonrojadas, labios ligeramente separados y mirada de anhelo en los ojos.

Draken pudo aceptar su beso en ese entonces. Pudo tomar su rostro entre sus manos y hacer lo que tantos años ha deseado hacer.

¿De verdad fue todo producto del alcohol?

No quiere creerlo. 

Él ve a Mikey, está con él la mayor parte del tiempo y sabe que todos aquellos que los ven, y en especial sus amigos, notan lo que ninguno de ellos es capaz de expresar en voz alta. Para él está bien de esa forma, pese a todo. Nada de lo que hace o dice es con el propósito de conseguir el favor de Mikey o para lograr que se enamore de él.

Lo ama, y comprende que para Mikey el sentirse vulnerable es una tortura; que rechaza sus sentimientos con facilidad y que prioriza el bienestar de todos antes que el suyo.

Sus amigos dicen que es patético suspirar por alguien que también suspira por ti y no ser capaz de decir las cosas de frente, pero ninguno de ellos lo comprendería. Jamás.

Nota el cariño que Mikey tiene por él en los regalos que le hace, que siempre son sus favoritos. Lo nota cuando les compra entradas para la nueva película de una saga que aborrece y siempre se rehúsa a ver con sus demás amigos. Lo nota en lo lacrimosos que se ven sus ojos cada vez que Draken le cuenta lo terrible que fue su día y Mikey simplemente se sienta junto a él para escucharlo, tomarle la mano, preparar la cena mientras se ducha y luego secarle el cabello con una delicadeza y devoción capaz de hacerlo llorar.

Lo nota en la forma en la que se sonroja cuando Draken lo encuentra mirándole los labios o cuando es evidente que todo lo que desea es estar a su lado.

Siempre han habido momentos que lo han hecho titubear, sin embargo. Y es que Mikey fue a terapia y su humor mejoró considerablemente, pero Draken tiene la corazonada de que sigue guardando una profunda tristeza en su ser.

Ellos son y actúan como algo más que amigos, todos lo saben. Sus amigos bromean sobre ello y él mismo disfruta de los sonrojos de Mikey, pero así como es capaz de notar el cariño que Mikey le tiene también sabe que hay algo que lo detiene.

Siempre lo ha notado, pero fue más evidente que nunca en el viaje que hicieron juntos a Kioto el año pasado. Se habían ido solo dos días para salir de la rutina y se toparon con un pequeño festival en el segundo. La habitación que rentaron tenía una pequeña área privada de aguas termales, pero se habían divertido tanto en el festival que terminaron lo bastante cansados como para entrar.

have i ever had you? | drakeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora