Caza o fracasa: El viaje hacia adelante

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61: El hombre que brilla en todo el mundo
Caza o fracaso

Dust 56: El hombre que arde en el mundo

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"Hmmm, ahora eso parece divertido", comentó Kidomaru divertido mientras observaba al recién llegado atacar tanto al molesto y orgulloso miembro de White Fang como al explosivo representante Uchiha en un solo segundo. Debe tener una Semblance bastante buena si puede teletransportarse desde allí, atacar a dos hombres en lados opuestos del área y luego aparecer en el medio sin que nadie pueda reaccionar. Era de tan alto nivel en comparación con los novatos que simplemente no era justo, y eso le encantaba. Si era honesto, no había nada más que quisiera hacer que posarse en una bonita pared inclinada y ver cómo comenzaba la carnicería.

Lamentablemente, había un trabajo que hacer y él era el hombre indicado para hacerlo.

El Fauno araña atravesó fácilmente las unidades de almacenamiento y la maquinaria que poblaban la plataforma. Saltó de pared en pared antes de presionar sus manos contra el metal y pegarse a él. El Fauno de piel oscura se arrastró por la pared mientras escuchaba gritos y disparos por todas partes. Grupos separados de las fuerzas de Colmillo Blanco y Uchiha se enfrentaron entre sí en la plataforma. Los salvajes Fauno continuaron descargando sus armas al azar con la esperanza de alcanzar a sus objetivos mientras los Uchiha, superados en número, se concentraban en cubrirse y ayudar a los trabajadores que aún estaban atrapados en el fuego cruzado.

Los Uchiha se estaban cargando con rescates innecesarios mientras que los Colmillo Blanco eran tan ineptos que eran un descrédito para su raza.

Le dolía simplemente mirar y no tener la oportunidad de intervenir y mostrarles cómo se hace.

Pero el trabajo era lo primero. Kidomaru se arrastró hacia el eje central de la plataforma antes de empujarse de la pared y balancearse para abrir la puerta de una patada. Saltó dentro y miró a su alrededor para ver una habitación completamente abandonada por sus trabajadores. Aparentemente, habían visto el pánico que se desataba afuera y se dirigieron hacia la salida. Eso hizo que el trabajo fuera más fácil, pero menos entretenido.

—Bueno, bueno, ¿dónde estás? —Caminó entre los paneles de control y las pantallas de proyección en busca de su objetivo. Kidomaru silbó en voz baja, aburrido, mientras el caos resonaba en el exterior. Se detuvo frente a un panel de control con una base—. Ah, ahí estás.

Kidomaru sacó el pergamino y lo colocó en su lugar. "Ahora quiero decir que esto no dolerá, pero para ser honesto, no tengo idea de lo que esa sexy perra psicópata está planeando. Así que mételo", dio un paso atrás y sonrió, "Y cruza los dedos".

…

Kidomaru miró a su alrededor y se desanimó por la falta de acción o cambios inmediatos. Frunció el ceño mientras observaba la habitación. "Si esto fue una broma, voy a perder mi..."

Se quedó sin palabras cuando todas las terminales y pantallas de ordenador se encendieron de repente a la vez. El fauno araña miró a su alrededor con sorpresa y vio cómo la imagen de una reina de ajedrez aparecía en las pantallas antes de parpadear. Las miró en silencio antes de oír los sonidos de algo fuerte y metálico rascándose entre sí. Miró por la ventana y vio que algunos de los equipos de la plataforma volvían a estar en línea y empezaban a moverse de forma remota.

Kidomaru sonrió con picardía: "Códigos de trucos. Una dama que me cae bien".

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Minato se paró entre los dos grupos mientras ellos dudaban y lo evaluaban. Los ojos del cazador rubio se posaron en el Colmillo Blanco mientras ayudaban a Han a ponerse de pie antes de que él apartara sus brazos de ellos. A su lado, la joven mujer con la máscara no se inquietaba como los otros faunos y simplemente lo observaba con atención por cualquier movimiento que hiciera. Del otro lado, el joven Uchiha rubio se había levantado y se masajeaba el lugar donde había recibido la patada. El lado Uchiha tenía menos miembros, pero estaba mucho menos nervioso por su repentina aparición. Podía decir por la forma en que sostenían sus armas que al menos tenían algo de entrenamiento; y tres de ellos parecían más orientados al combate que el resto. Demostrarían...