Capítulo 7

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—Su real magestad esta bien. —vuelve la actitud soberbia que White conocía. —Ordeno su presencia en el jardín. El juego de croquet está apunto de empezar.

Sin remedio, Mirana y Sir Hayward se levantan para acatar las palabras de Bridget. Pero ella tiene otros planes.

—Prohíbo su aparición, Sir Hayward. —impide sus pasos

—¿Algo hice que la molestó? —pregunta, él con amabilidad

—Su existencia me irrita.

—Bridget... —Mirana quiere hablar, pero Bridget no

—El amor está prohibido en este reino. Específicamente las personas que sirven en mi palacio—se dirige con una mirada fría

—Sin embargo y con todo respeto, nosotros no somos sirvientes que trabajan para el reino de corazones. —Sir Hayward colma la paciencia de la reina

—¡¿Te atreves a desobedecer a tú reina?!

—Mi reina es Mirana de Marmoreal. —al fin pone su voz dura y firme, mira con la misma frialdad a la mujer de cabello rojo. —Mi lealtad está con ella.

—Eso no es lealtad, ¡es amor! Y está fuera de mis reglas.

—¿Y eso aplica para ti y Jester? —Mirana alza la voz

—¿Jester? —se preguntan Ally y White desde su escondite

—¿Qué sabes tú?

—Me lo dijo un pajarito. —la Reina Blanca hace un gesto con las manos en el aire

—Tarrant desde jóvenes ha sido un suelta boca.

—Pense que... tendiendo a Jester a tú lado, te haría bien. Pero sólo veo que no quieres progresar.

La reina se acerca a Mirana de forma amenazante.

—Prefiero ser temida que amada.

—Créeme lo estás logrando.

—White, mejor vamonos. —Ally la toma brazo

—¿Por esa conversación los arruinó?

—Puede ser. Aunque, no des todo por sentado. —repite la misma frase de White, comentario que amabas les causa risa

Llega un punto en el que White se empieza a desesperar a medio camino a la salida.

—¿Qué traes?

—Siento que se me olvida algo. —mueve su vista a varios lugares, hasta que ambas chicas despistadas recuerdan que llevaban a un tercer compañero

—¡Buitre! —gritan al unísono

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Estados Unidos de Auradon, la era de corazones

Las estrellas y la luna es la fuente de luz en el lugar, un cielo oscuro, pero hermoso es lo que los ojos de dos princesas aprecian.

—Me siento... rara. —habla una

—¿Cuál es la razón? Claro, sí puedo saberlo. —voltea a verla

—Creí que cambiando el pasado y tener un futuro mejor, sería todo más fácil.

—¿No lo es? —trata de comprender a la chica de cabello rojo

—Mi madre ahora es diferente, supongo que es eso a lo que no me acostumbro.

—¡Claro que no! Aún no pasan ni tres meses desde ese viaje al pasado. Pero con el tiempo y más convivencia, podrás adaptarte.

—Lo dices así de fácil porque tú vida sigue igual de aburrida que antes.

Descendientes 5: Retorno de una ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora