La Locura De Saek

El Comienzo Del Extraño Comportamiento

Era una noche de verano bastante calurosa. Las luces de la casa estaban apagadas, y muchos objetos, juguetes viejos y papeles arrugados se encontraban tirados por el suelo de aquel amplio salón. Se escuchaban unos sonidos que venían de la habitación que se encontraba al fondo del pasillo. Era Saek, chico de dieciséis años que no para de ver series de televisión, la mayoría de terror psicológico y con mucho gore.
No se cansaba, es más, cada vez tenía ganas de más, y vivía y sufría tanto como el protagonista de cada una de esas series que le parecían cortas debido a las ansias de ver cada vez más y más ese tipo de programas televisivos. Más que un gusto, era una obsesión. Lamentablemente, una obsesión que hizo que su vida cambiara para siempre, y no a bien, sino para algo terrible que nadie creía que podía suceder. Era espeluznante, tenebroso.

Para muchos acababa el día, pues en la madrugada no hay mucho que hacer, pero para Saek comenzaba. Cientos de capítulos visualizaba a lo largo de una noche, aunque él siempre seguía con ganas de más. Terminaba de ver una serie en dos días, y no tardaba en comenzar otra. Poco a poco Saek se volvía más tenebroso, oscuro.
Poco a poco, todos los acontecimientos que ocurrían en esas series se fueron guardando en el cerebro de Saek y, como consecuencia, su pensamiento cambió.

El dulce chaval que conocíamos cambió. Una nueva mentalidad macabra se apoderó de Saek. Pero por la mañana, afortunadamente todo cambiaba. Volvía aquel Saek que todos conocían.

Sonó el despertador. Eran las 07:00 de la mañana y era hora de prepararse para ir a clases. Como siempre, Saek suele reventar el despertador. Acababa de acostarse como para tener que levantarse de nuevo. Se tomó el desayuno y se duchó rápidamente con agua templada. Después se vistió, como siempre, con una camiseta y calzonas.

Cogió la mochila, y salió de casa.
Al llegar al instituto, se encontró con sus mejores amigos de toda la vida.

Lucía era una chica responsable, amable y risueña, y fue quien le recomendó a Saek las series en general.

Yev era su mejor amigo. Compite en todo con él. A veces es bastante pasota.

Durante las clases, generalmente, no solía suceder nada extraño, aunque ese mismo día, Saek comenzó a adoptar un comportamiento extraño. Fue en el intercambio de la segunda hora, cuando Alex, uno de los peores chicos de la clase, comenzó a hacer comentarios burlescos sobre Saek.

¿Por qué no juegas al fútbol? ¿Acaso prefieres jugar con las chicas?-Preguntaba Alex, riéndose con su pandilla.

En ese momento, Yev y Lucía se dieron cuenta de que Saek no estaba normal. Una mirada despreciable y asquerosa que salían de aquellos ojos negros llegaron a Alex, que seguía burlándose de Saek.

Pero qué miras con esa cara, ¿quién te crees? ¿Piensas que así te tendré miedo?-Seguía molestando Alex.

Saek seguía sin decir ni una sola palabra, se notaba que quería pasar de aquel capullo. En ese momento, Lucía quiso mediar, pero todo empeoró.

Alex, basta ya, ¿no ves que Saek no se encuentra bien? - Dijo la chica con cara de preocupación

A mi una chica, y menos tú, me manda, que te quede claro. ¡Fuera de aquí!- Empujaba de forma violenta Alex a Lucía, quien se chocó con Yev, que la sostuvo para que no se golpeara con la verde pared de la clase.

En ese momento, Saek se levantó de su mesa y, rápidamente, tomó a Alex de aquella chaqueta negra con múltiples bolsillos, y le avisó de que dejara ya de molestarle. Se había hartado de él. A continuación, soltó a Alex, quien obtuvo un fuerte puñetazo en la barriga por parte de Saek, y, seguidamente, una patada que lo estampaba contra la pared de la clase.

Era el principio del nuevo Saek. Yev y Lucía, amén del resto de la clase, quedaron sorprendidos. La gente hablaba en voz baja, y miraba de reojo a Saek, con miedo.
Sus amigos no se explicaban este agresivo comportamiento de su compañero.