La Locura De Saek

El Fin Del Saek Normal

Alex también estaba sorprendido. A él se le conocía como el chico más fuerte de la clase, el mejor en educación física y en los deportes. Para todo el mundo resultaba inexplicable que en aquel momento él se encontrara sangrando y casi inconsciente por culpa de Saek, un chico que nunca ha tenido esa gran fuerza que mostró en aquel momento.
Después de esos dos golpes que casi matan a Alex, Saek fue claro, y le advirtió:

Espero que nunca más me molestes, porque si no... - Decía Saek cuando, de repente, el jefe de estudios entraba en la clase e interrumpía.

¿Qué ha pasado aquí? ¿Qué hace Alex ahí, casi inconsciente? - Se preguntaba el jefe de estudios, que parecía agobiado debido a que un alumno de su instituto estaba en una situación crítica.

Tras enterarse de todo el asunto, el jefe de estudios se lo comunicó al director, y una ambulancia no tardó en llegar, que se llevó al herido. Todos tenían la esperanza de que Alex se recuperara.
Respecto a Saek, el director lo citó para hablar con él sobre ese agresivo comportamiento. No era normal en Saek, ¿qué era lo que le estaba pasando?
Sus mejores amigos tampoco sabían nada de lo que le pasaba.

Durante la charla, el director se preocupó demasiado por Saek, ya que él, durante su estancia en el centro, nunca había dado ningún tipo de problemas y, en general, era un buen estudiante con un gran expediente. Pero a partir de ahí todo se arruinó. El director, con todo el dolor del corazón, tomó una decisión que, a Saek, también le pareció justa.

Saek, aquí no podemos permitir la violencia, ningún tipo de peleas. Queremos que nuestro centro sea uno de los mejores y un lugar tranquilo. Me duele decirte esto, porque eres un gran alumno, pero, después de lo ocurrido, me temo que tengo que expulsarte. No sé si es algún problema familiar que te inquieta, o que Alex y tú no sois buenos amigos... Te puedo ayudar, si quieres cuéntame -El director le ofrecía ayuda a Saek.

No. Lo que me ocurra a mi no tiene por qué saberlo usted. Mi vida es mía y su vida es suya. - respondía Saek sin educación, mostrando, una vez más, un comportamiento extraño en él.

Tras esas palabras que pronunció aquel chico, de dirigió hacia la puerta, y salió. Se fue sin despedirse de sus amigos y, con lágrimas en los ojos, se fue al parque donde solía reunirse con sus amigos.

Era por la tarde. Hacía calor, como de costumbre. Saek estaba tirado en el suelo, con lágrimas en los ojos, pensando qué había hecho. Esa actitud no era propia de él. Las series que veía le hacían daño. Pero él estaba demasiado enganchado, como si estos programas fueran una droga, así que no podía dejarlo. Aunque, si por algo se caracterizaba Saek, era por su gran fuerza de voluntad. Todo lo que se proponía lo acababa alcanzando. Aunque ya era demasiado tarde...

Se hizo de noche, y era hora de volver a casa. Al levantarse de las verdes hierbas del parque, Saek notó una presencia. Algo en el ambiente que le incomodaba. Era como si se encontrara en una de esas series, en las que el protagonista se ve en un momento de tensión... Saek sentía eso. No sabía si estaba loco o si sólo era su imaginación.

De repente, vio algo moverse a su alrededor. Él no podía ver lo que era. Era una mancha negra. Sentía a un ser muy poderoso cerca de él. En ese momento todo se tiñó de negro... Sólo veía oscuridad y gritos de gente sufriendo.
En aquel instante, ese ser le apuñaló, pero no le hizo daño, sino que le dio la bienvenida a su nueva vida. Ese ser era el nuevo Saek. El Saek agresivo, loco y capaz de cometer locuras.

Saek había sido dominado por esa mentalidad... Ya no había vuelta atrás. Era demasiado tarde. Comenzaba la etapa más dura en la vida de Saek.