Llegó la mañana y Saek estaba apunto de irse de casa de su amiga. Lucía todavía estaba impactada por lo que Yev le dijo la anterior noche, y no se lo podía creer. ¿Cómo podía su amigo matar a aquel pobre chico?
Pero no era el momento para hacerse preguntas. Estaban ante un asesino que, aunque fuera el amigo de toda la vida, era peligroso.
-¡Bueno! Anoche me lo pasé genial contigo, Lucía. Espero que quedemos muchas más veces -Dijo Saek con una sonrisa.
-Yo también me divertí mucho, ¡así que habrá que repetir! -Respondió Lucía, intentando ocultar su infelicidad.
-Bueno, pues... ¡hora de marchar hacia casa!
-Sí... Yo ahora iré a dar un paseo cerca del parque.
Tras esa pequeña conversación, Saek salió de casa de Lucía, y ella cerró la puerta muy asustada. Él no tenía llaves, así que... Tanto ella como Yev estaban en peligro, porque eran los únicos sospechosos. Lucía, nerviosa, llamó a Yev para que se diera prisa y le devolviera las llaves a Saek de cualquier forma.
Conversación telefónica entre Lucía y Yev
-¡Yev! ¡Corre! Saek se está dirigiendo hacia su casa, y al ver que no tiene las llaves... Podemos sufrir. -Le comentó Lucía a su amigo con voz nerviosa. Yo le he dicho que iría a dar un paseo por la zona nueva del parque, así que no tardará en buscarme...
-Tranquila, estaré ahí para lanzarle las llaves sin que se dé cuenta... -Respondió Yev.
Tras colgar, Lucía se dirigió a la nueva zona del parque a dar un paseo. Después de estar caminando durante varios minutos, se sentó tranquilamente en un banco de color marrón, viendo como los niños jugaban entre ellos y se montaban en los toboganes y en los columpios de aquel lugar.
Pronto apareció Saek, malhumorado. Se dirigió a Lucía y empezó a hablarle con mal tono.-A ver... Me parece una broma de muy mal gusto que me hayas robado mis llaves, Lucía. ¿Por qué demonios has hecho eso? ¿Cuál es la razón? El tiempo es valioso. Y tú me has hecho perder parte de él por tus tonterías de niña pequeña. ¡Responde! -Ordenó el chico, enfadado.
-Pero... ¡Saek! ¿De verdad piensas que he sido yo? Es imposible que yo haya hecho eso... ¿Has mirado en todos tus bolsillos, revisando bien? -Contestó Lucía intentando dar explicaciones.
En ese instante, le llegó una notificación de WhatsApp a Lucía. Era un mensaje de Yev. Su mensaje decía: 'Estoy llegando, no te preocupes. Buscaré un escondite para tirarle las llaves a Saek y así no dudará de ti.'
-¿Pero tú te crees que yo soy un irresponsable? ¿Qué te crees, que no he revisado ya? Venga ya, dame las puñeteras llaves de una vez y no me hagas perder el tiempo... -Dijo Saek.
-¿No te has parado a pensar para qué quiero tus llaves? De verdad, revisa bien. Confía en mi.
Lucía vio de lejos a Yev, que poco a poco fue caminando hacia la posición en la que se encontraban sus dos amigos. Se ocultó detrás de unos matorrales, y estaba dispuesto a arrojar aquellas llaves. Mientras tanto, Saek terminó de revisar todos los bolsillos y, justamente en ese momento, escuchó el ruido de sus llaves cayendo al suelo.
-¡Vaya, las llaves! Se te acaban de caer al suelo. ¡Te dije que yo no las tenía. Qué desconfiado estás últimamente, eh. -Dijo Lucía mientras observaba a Yev alejarse lentamente.
-Perdóname, de verdad. ¡Pero es que había mirado en todos los bolsillos! No me lo explico. -Explicó Saek.
Después de que ocurriera eso, se fue a su casa y Lucía a la suya.
Llegaron las ocho de la tarde y el joven asesino ya sabía que tenía que hacer. Era el turno de otro chico de la pandilla, Adrián. Recordó que salía por la tarde noche cada día a pasear a su perro al parque, cuando no suele haber nadie.
Saek salió de su casa, esta vez usando su nueva ropa: sudadera negra con capucha para que nadie le viera y un pantalón vaquero azul, amén de una navaja y petardos. Llegó sobre las nueve de la noche al parque. Estaba desierto, y también oscuro.
Como sabía que los perros ladraban con los petardos, se dispuso a usarlos para guiarse por los ladridos.
Utilizó uno, y escuchó como un perro se volvía loco.Estaba cerca. Saek empezó a correr y a correr. Parecía incansable. Al final encontró lo que buscaba.
Estaban Adrián y su perro en una zona extensa, al lado del río. En ese momento Saek de nuevo Utilizó otro petardo y aquel perro salió disparado para él.
-¡Volk! -Gritó Adrián.
El animal intentó morder a Saek, pero le dio una patada que lo dejó muy debilitado. Después de eso miró al que iba a ser su nueva víctima y abrió la boca para amenazarle.
-Verás... Yo no quiero hacerle daño a tu mierda de chucho, sólo quiero una cosa que únicamente tú me puedes otorgar.
-¿Qué se supone que quieres? ¡Habla! -Dijo Adrián mientras temblaba.
-Saber dónde vive ese amigo tuyo... ¿Cómo se llamaba? Ah si, Luis. Dímelo y no os pasará nada.
-De acuerdo... Vive al lado de la estación, que está a unos veinte minutos de aquí.
-¡Perfecto! ¿Ves qué fácil? -Sonrió Saek. Por cierto... Que sepas que eres una mierda de amigo, eres un traidor.
En ese momento el joven asesino se quitó la capucha y dejó su rostro al descubierto. Tomó al perro, que todavía seguía débil y le clavó la navaja, destruyéndolo por dentro. Después, lo tiró lejos de esa zona.
-E-e-res... ¡Un hijo de puta! -Chilló Adrián llorando, mientras se sacó una pistola.
-¡Cuidado, te va a disparar! -Dijo Niu.
Adrián le disparó y la bala le rozó el hombro a Saek. Faltó poco para que le diera.
Lleno de rabia, siguió disparando a Saek, que esquivaba como podía.-¡Esto me encanta! Eres fantástico. ¡Menuda pelea! Nos lo vamos a pasar genial. -Dijo Saek con cara de psicópata.
Tomó su navaja y la lanzó hacia donde se encontraba Adrián. Sólo necesitó un intento para darle a su objetivo. Se le clavó en el pecho y cayó al suelo de rodillas.
-No puedo perder... -Dijo Adrián mientras escupía sangre.
Se levantó, sacó la navaja de su cuerpo pero cuando hizo eso tenía a Saek enfrente, que le pegó una patada en la barriga y un puñetazo en la cara.
-Ahora mismo no morirías si no te hubieras metido en la pelea que tuve con Alex. Sois todos unos maricones porque solo sabéis atacar en grupo... Cuando estáis solos no sois nadie. -Dijo con rabia Saek.
Sin embargo, el puñetazo y la patada no fueron suficientes para intimidar a la víctima, que le disparó a Saek en la pierna. Después se levantó y fue hacia él para rematarlo, aunque el asesino cogió su navaja y la clavó en su cuello.
-Eres un idiota, como todos... ¿Cómo te atreves a desafiarme? -Dijo Saek mientras se reía.
-Ojalá... Alex te mate. Monstruo.
Después de esas palabras Saek quitó la navaja de Adrián, que cayó al suelo lleno de sangre y muerto. Se puso la capucha y se dio la vuelta. Para su sorpresa vio a alguien con una máscara observándole a lo lejos.
-Pero... ¿¡Tú quién eres!? -Gritó Saek, aunque sin suerte, porque esa misteriosa persona desapareció.
¿Quién era esa persona que le observaba? ¿Un conocido? ¿La policía? Nadie lo sabe...
ESTÁS LEYENDO
La Locura De Saek
Mystery / ThrillerSaek es un chico de 16 años muy aficionado a las series de misterio, gore y terror psicológico. Debido a ello, se vuelve loco y sus pensamientos son como los de las series. Un día, en el instituto un chico popular, llamado Alex, se pelea con él. Eso...