Academia de Dragones

Capítulo 4

Nuevos Comienzos y Consecuencias

Un mes después de la ceremonia de los nuevos jinetes, la academia de dragones se preparaba para una ocasión especial. Era el día en que se entregarían los nuevos uniformes y capas a los estudiantes, marcando un nuevo comienzo en sus vidas como Anclas. La emoción y la expectación estaban a la orden del día mientras los jinetes se reunían en el gran salón de la academia, donde los uniformes recién confeccionados estaban expuestos.

En la Academia de Dragones

Los estudiantes de la academia, vestidos con sus uniformes, esperaban ansiosos mientras los diseñadores entregaban las nuevas capas. Evelyn, con su cabello recogido y su actitud determinada, se adelantó para recibir su capa de un negro profundo adornada con un broche de Oro. La tela pesada caía con elegancia sobre sus hombros, y la capa se ajustaba perfectamente a su figura.

—¡Es impresionante! —exclamó uno de los jinetes al ver el uniforme de Evelyn. La capa de Evelyn era inconfundible, y su presencia parecía aún más majestuosa.

Evelyn giró lentamente para mostrar su capa a los demás. La combinación de negro y dorado reflejaba su seriedad y compromiso. Ella sonrió con satisfacción al ver las reacciones de sus compañeros.

Cada jinete recibió su capa y uniforme, y las reacciones variaron desde admiración hasta sorpresa. Algunos optaron por colores vibrantes, mientras que otros eligieron tonos más oscuros, cada elección reflejando su personalidad y el vínculo con sus dragones. El ambiente estaba lleno de entusiasmo y nerviosismo, cada uno imaginando cómo se verían en el campo de batalla con sus nuevos atuendos.

{En un lugar lejano }

La escena cambió drásticamente al trasladarnos a un lugar bastante alejado de la academia. En una sala de lujo, con paredes adornadas con tapices elegantes y muebles opulentos, un grupo de diez ancianos se encontraba en pleno debate. Los miembros del consejo real de la potencia de Vertedrá estaban profundamente preocupados por la amenaza que representaban la aparición de los Anclas.

Uno de los ancianos, con una larga barba y una expresión severa, se dirigió a los demás.

—La aparición de los nuevos jinetes y sus dragones representa una amenaza significativa para nuestro dominio. No podemos permitirnos subestimarlos.

Otro anciano, con cabello plateado y un aire de tranquilidad, agregó.

—El problema es que no hemos podido localizar al emperador desde su desaparición hace un mes. Sin su liderazgo, nuestras estrategias están en el aire.

—Los 15 dragones que han surgido, junto con sus respectivos Reinos, son una preocupación aún mayor —intervino otro anciano, con tono grave—. Cada uno de estos dragones ha sido vinculado con uno de los 15 reinos: Luxero, Seth, Asgarlad, Weyner, Lepizly, Phiadel, Jasslhy, Iceberg, Laynerly, Deadler, Either, Meyler, Arcanis, Aetheria y Thaloria. Cada reino tiene su propio dragón, y su poder combinado es formidable.

La discusión se volvió más intensa cuando un anciano con una expresión de alarma intervino.—Especialmente Flameán, el dragón de Luxero. Se dice que es el más poderoso de todos, capaz de controlar el fuego con una intensidad devastadora.

—Si Flameán y su jinete actúan en coordinación, podrían desequilibrar la balanza a su favor—Otro anciano, con una mirada aguda, añadió.—Además, la conexión entre Flamean y La Princesa Evelyn Castillo Griti, la nueva Ancla de Luxero, es un factor crítico. Ella ha demostrado habilidades sobresalientes y una fuerte determinación. Si ella y Flameán unen fuerzas, podríamos enfrentar un desafío mucho mayor del que anticipamos.

La conversación se volvió más acalorada, con varios ancianos discutiendo estrategias y posibles acciones.

La preocupación era palpable, y la falta de un emperador presente aumentaba la desesperación por encontrar soluciones rápidas y efectivas.

—Debemos actuar con cautela —dijo un anciano con voz firme—. Necesitamos encontrar al emperador y obtener su consejo, pero mientras tanto, debemos prepararnos. La estabilidad de nuestro reino y de toda la región está en juego.

Otro de los anciano, de rostro arrugado y ojos agudos, se levantó con urgencia.

—Los guardias han reportado varios intentos de encontrar al emperador, pero hasta ahora sin éxito. ¿Qué hacemos si no podemos contar con su presencia?

La discusión se volvía más acalorada con cada intervención, las voces se mezclaban en un torbellino de preocupación y frustración. Cada anciano aportaba su perspectiva, mientras la tensión crecía en la sala.

Mientras tanto, un grupo de guardias se movía por las oscuras y angostas calles de la ciudad, buscando pistas sobre el paradero del emperador desaparecido. La búsqueda se había convertido en una tarea desesperada, y la ausencia del emperador estaba comenzando a tener un impacto notorio en el consejo.

~Regreso a la academia~

Los nuevos jinetes se reunieron para prepararse para los próximos entrenamientos. Cada uno de ellos, con sus uniformes y capas recién entregados, estaba listo para asumir la responsabilidad que conllevaba su nuevo rol.

La ceremonia de entrega había sido un símbolo de su compromiso, y ahora, con el uniforme puesto, estaban más decididos que nunca a enfrentar los desafíos que se avecinaban.

Mientras los jinetes se preparaban, la noticia de la tensión en Vertedrá y la búsqueda del emperador creaba un eco en el fondo de sus mentes. Aunque el foco principal estaba en la academia y su entrenamiento, la sombra de la amenaza y los acontecimientos en la potencia rival se cernían sobre ellos, presagiando que su papel como Anclas sería más crucial de lo que imaginaban.

Con los uniformes nuevos y la determinación renovada, Evelyn y sus compañeros estaban listos para enfrentar lo que les esperaba, mientras el destino de su mundo seguía en juego.