Evelyn Castillo Griti, la princesa menor del Reino de Luxero, anhela convertirse en una de las legendarias 15 Anclas que protegen la región de Rogelia.
En la Academia de Dragones, se enfrenta a rigurosas pruebas para demostrar su valía y ganarse el...
Evelyn y Lucas habían pasado los últimos tres meses en una rutina inesperada. Lo que comenzó como una amistad casual había evolucionado en algo más profundo. Lucas, con su encanto pícaro y su habilidad para coquetear, había hecho que Evelyn se sonrojara más veces de las que podía contar. Sus bromas y comentarios llenaban el aire de una energía inconfundible, y aunque Evelyn intentaba mantener una fachada de indiferencia, no podía evitar sentirse atraída por su actitud despreocupada.
Una tarde, mientras caminaban por el Bosque de la Aurora, Lucas se inclinó hacia Evelyn y le susurró algo al oído. Su proximidad y su aliento cálido provocaron un rubor en las mejillas de Evelyn, que rápidamente se volvió hacia el lado opuesto para ocultar su sonrojo. Lucas rió suavemente, claramente divertido por su reacción.
—Nunca dejarás de sorprenderme, Evelyn —dijo Lucas con una sonrisa juguetona.
—Y tú nunca dejarás de ser un molesto —respondió Evelyn con una sonrisa a medias, aunque su corazón latía más rápido de lo habitual.
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Mientras tanto, en una sala de reuniones del palacio, el Rey Manuel estaba en medio de una acalorada discusión con su consejo real y los líderes de los otros 15 reinos. La noticia que habían recibido era alarmante: había sospechas de que el emperador de Vertedrá podría estar infiltrado en la Región de Rogelia y quizás en uno de los 15 reinos.
—Debemos tomar medidas drásticas —dijo el Rey Manuel con firmeza—. No podemos permitir que alguien tan peligroso se mueva libremente entre nosotros.
Después de intensas deliberaciones, se acordó aumentar la seguridad en toda la región. Además, se emitió un decreto urgente que fue distribuido en todos los periódicos de la región. El mensaje era claro y severo:
"Toda persona nunca vista en ninguno de los Reinos será encarcelada en la Prisión TARTARO hasta que se descubra su identidad."
El decreto generó una mezcla de nerviosismo y preocupación entre los habitantes de los reinos. La noticia se difundió rápidamente y, mientras Evelyn leía el periódico que llevaba el decreto, no pudo evitar preguntarse cómo afectaría esto a su vida cotidiana y a las personas que conocía.
El ambiente en el palacio se volvió tenso. Evelyn sabía que la seguridad aumentada significaría mayores controles y menos libertad. Mientras observaba a Lucas tratando de distraerla con una broma para aligerar el ánimo, no podía dejar de pensar en las implicaciones de esta nueva medida.
La incertidumbre y el peligro parecían estar más cerca que nunca, y en medio de todo esto, su relación con Lucas parecía ser el único consuelo en medio del caos.
