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Capítulo ocho.

Hyunjin tenía razón, el tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos. Su primer semestre se sintió de esa forma, Hye Ahn se perdió entre sus proyectos y sus pensamientos, tanto que ni siquiera notó la rapidez con la que habían pasado tantos meses. De igual forma, sus vacaciones intersemestrales no fueron más que un pestañeo y, de repente, se encontraba nuevamente sentada en ese incómodo pupitre a lado de su mejor amigo.

Luego de aquel asunto en la enfermería las cosas se pusieron un poco extrañas por un tiempo. Si a alguien se le ocurría mencionar el nombre de Kim Seungmin con algo relacionado a Jisung, de inmediato se ponía todo tenso y Hye Ahn tenía que soportar su malhumor durante el resto del día. Sumado a eso, Jisung había cortado todo lazo con Changbin y Chan de un día a otro, y cuando Hye Ahn quería tocar el tema Jisung lo evadía por completo. Fuera de eso, todo continuó con normalidad.

Hye Ahn se las arregló para evitar a Seungmin en la mayor medida posible, incluso en el consejo estudiantil. De todas formas, tenían tareas muy diferentes por hacer y, cuando alguien insistente (Chan) les dejaba hacer alguna actividad juntos, Hye Ahn siempre encontraba alguna excusa para no hacerlo.

—El entrenador quiere que el equipo gane el próximo torneo, incluso en las vacaciones nos obligó a venir a entrenar. Me he esforzado tanto y ni siquiera me ha dejado salir de la banca en los últimos partidos —se quejó Jisung. Parecía bastante cansado.

—Este semestre será diferente, ya verás, Sungie. No sé la razón por la que ese tipo te tiene en la banca, pero eres de los mejores jugando —le respondió Hye Ahn apretando su mejilla.

—¿Te quedarás más tarde para verme entrenar?

—Iré a otro lugar primero, pero probablemente estaré ahí antes de que termines. Podemos regresar juntos a casa...

Jisung asintió. Luego, cada uno centró su atención a sus respectivos celulares, Hye Ahn decidió que quería escuchar algo de música antes de que comenzara su siguiente clase, así que sacó sus audífonos y los conectó a su celular. Siempre era buen momento para escuchar "Love me or leave me" de Day6.

—Kim Seungmin... —dijo alguien por ahí.

Aquel nombre puso en alerta a Lee Hye Ahn, quien se quitó uno de sus audífonos para escuchar la conversación de sus compañeras, que estaban a unos pupitres de distancia. El aula, llena de murmullos y risas, parecía más viva que de costumbre, así que Hye Ahn tuvo que esforzarse para oír bien.

—Oí que se unirá a uno de los equipos de la escuela. ¿Fútbol? ¿Béisbol?... ¿Básquetbol? No lo sé, pero seguro en cualquiera es bueno.

—¿No podía ser más perfecto? —la chica dio un suspiro enamorado y rio junto con su amiga. Hye Ahn notó el brillo en sus ojos y no pudo evitar fruncir el entrecejo.

Ya se había tardado. Hye Ahn se preguntaba por qué el grandioso Kim Seungmin no se había metido a uno de los equipos de deporte desde el primer semestre. Como fuera, le daba igual, o al menos eso se decía a sí misma.

—Eres tan chismosa, Hye Ahnnie~ —le dijo Jisung al oído, sacándola de sus pensamientos—. Creí que no te importaba nada sobre él.

—Y ese punto es indiscutible, Jisung.

—Pues parecías muy atenta a esa conversación... —siguió presionando, con una sonrisa traviesa en los labios.

—Tú pareces muy atento a lo que hago, mocoso malcriado —le pellizcó los cachetes a su amigo.

Ambos rieron y platicaron un rato más, hasta que llegó un profesor al salón iniciando su presentación de la materia.

La primera semana de semestre siempre era tan aburrida para Hye Ahn, así que se dedicó a pensar en el club de baile (para dejar de pensar en Seungmin). Sus pequeñas vacaciones le dieron tiempo a Hye Ahn para meditar la propuesta de Hyunjin sobre unirse al club de baile, necesitaba ocupar su mente en cosas diferentes al estudio, sentía que en cualquier momento sus estúpidos libros de física se la comerían.

¡Hey Kim! | 𝐒𝐞𝐮𝐧𝐠𝐦𝐢𝐧.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora