Descuidado

Especial Daisuga❣️~

Una vez que Kageyama se fue, Daichi y yo nos quedamos con una atmósfera tensa.

—Pedí una semana, pero Kageyama nos dio dos días. Hablemos —dijo Daichi con frialdad.

Asiento y le pregunto: "Sawamura... me pediste el divorcio. ¿Soy tan exigente?".

Él me mira y dice: "Pedí el divorcio porque siempre estoy ocupado. No puedo pasar tiempo con mi familia y estaba cansado de hacerte daño. Pedí el divorcio porque no puedo ser el marido que prometí que sería".

Me trago el nudo que tengo en la garganta. —Daichi, ya no nos llevamos bien. Estoy intentando entenderte, de verdad. Lo intento, pero no lo sé —le digo.

"Entonces, ¿eso es todo? ¿Está decidido? Nos divorciaremos después de que Daisuke entre a la escuela. No quiero separar a los niños, así que la próxima conversación es sobre la custodia", pregunta Daichi.

-Eso no es lo que quiero-le digo.

—¡¿Y entonces qué?! ¿Qué quieres, Koushi? ¡Dime honestamente qué quieres! —pregunta alzando la voz y yo parpadeo para contener las lágrimas.

"¡Te deseo! ¡Quiero que vuelva mi marido! ¡Quiero acurrucarme contigo por la mañana y no tener que preocuparme por molestarte! ¡Quiero quedarme despierta hasta tarde y ver películas! ¡Quiero hablar contigo como esposos! ¡Quiero que estés conmigo y con los niños! ¡Te deseo a ti!", admito.

—Entonces, ¿por qué? ¿Por qué accediste al divorcio? ¿Por qué no me lo dijiste?

—¡Porque sí! Eso es lo que querías y no quiero seguir reteniéndote —le digo.

Daichi se burla: "¡¿Reteniéndome?! Tú eras lo que me mantenía... me mantenía en marcha. Trabajé duro por ti. Pero en el momento en que me decías que me tomara un descanso. En el momento en que me necesitabas, dejaba lo que estaba haciendo. Nunca me retenías".

"Este último año no hemos parado de pelear. Siempre estás tan distante y cuando intento ayudarte, me rechazas. Estoy harta de que me rechacen. Soy tu marido, pero antes de eso soy tu mejor amigo. ¿Por qué eres así?", pregunto.

"Koushi, estamos tratando con agentes del FBI de los Estados Unidos. Me asignaron para ayudarlos en este caso. Estamos atrapando a alguien muy importante. ¡No se supone que deba decírtelo, por tu seguridad y la de los niños!", dijo Daichi.

—Si esa es la razón entonces no me dejes —susurro.

"Kou-

—Por favor, no te vayas. Te amo demasiado como para dejarte ir —lo interrumpo.

Él caminó hacia mí, ambos frente a frente.

Lo único que escuchaste fue nuestra respiración.

Daichi me secó las lágrimas y susurró: "Te amo".

—Entonces no me dejes, por favor —le supliqué—. ¿Cómo podría? Eres el amor de mi vida —dice Daichi.

"Tenía miedo. Tenía miedo de que si un día no volvías, tenía miedo de recaer. De terminar en el hospital otra vez. Tenía miedo de que te cansaras de mí. Tengo miedo de que mi amor por ti no sea suficiente para mantenerte aquí". Lo admito.

Me abrazó fuerte.