[08]

182 28 0
                                        

• Sábado 5 de Julio 2012

Era otra noche fría. Alondra estaba envuelta en una manta mientras observaba fijamente por la ventana, combatiendo contra el sueño como cada semana. Rai nuevamente estaba tardando y la inquietud llegó a a la mayor con el paso de los minutos.

Esa noche parecía más sombría que las demás.

Revisó la hora en su reloj, comprobando que ya eran casi las 5, y abrió su ventana para mirar hacia todas partes, queriendo encontrar a Rai ahí; pero la niña no apareció.

Alondra se encogió en su sitio, sintiendo las calles tenebrosas, pero incluso si tenía miedo, no volvió a cerrar la ventana. En cambio, alzó la mirada al cielo y comprobó como la luna tampoco había aparecido
esa noche.

¿Se trataba de una coincidencia o había un mensaje que descifrar? ¿Quizás Rai no había salido porque había temido también de las calles más oscuras? ¿O es que acaso había enfermado? ¿Y si la había encontrado su padre? ¿Estaba en problemas ahora?

Alondra suspiró con pesar, mirando con tristeza el lugar donde solía encontrar a su amiga todas las semanas.

Se sentía tan solitario sin ella.

¿Y si esa era la noche? ¿Y si la madre de Rai aparecía y ella no estaba ahí? Alondra se sintió triste al imaginar que su amiga podría perder la oportunidad de reencontrarse con su madre, así que, optando por prevenir, tomó una bocanada de frío aire antes de comenzar a cantar, tal como la menor siempre hacía.

Quizás, si la mujer aparecía, sería atraída por su canto y podría hablarle de Rai. Quizás, si eso pasaba, Rai sería feliz por poder reencontrarse finalmente con la mujer que le dio la vida.

Pero aunque Alondra cantó hasta que su voz se cansó y su cuerpo se enfrió, la madre de la menor, como siempre, jamás apareció.

Y Rai, como nunca antes, tampoco vino hasta ella.

La niña de la luna || Railo (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora