Interminables pensamientos rotaban en círculos en una espiral sin fondo denominada "la nada", que vomitaban y regurgitaban estos pensamientos en busca de una pizca de consuelo o mágica resolución. Sin nada más que analizar, una pregunta adictiva surgía, sacando a flote una nueva cadena de pensamientos... ¿No podría haber quedado todo en un sueño tonto?
Depresión... Hey... ¡DEPRESIÓN! .- una voz lejana la llamaba de manera intermitente, saltando al presente, un miércoles por la mañana, antes de volver al dichoso Instituto.
Llevamos media hora mirando a Sushi, ¿qué estás buscando? .- preguntó Alegría preocupada.
El sentido de la vida de este pez...- justificó su actitud omitiendo que había estado ensoñando durante casi una hora entera.
¡Tenemos que prepararnos para ir a clase!.- sugirió Ansiedad agarrando una palanca del mando de control.
¿Tendrá hambre...? .- excusó Depresión, moviendo la palanca en dirección contraria.
Mamá le acaba de dar de comer.- expresó la emoción anaranjada, redireccionándola a su favor.
¿Tendrá sed...? .- la emoción pálida repitió el mismo movimiento.
¡Depresión, por favor, es un pez, no un perro!.- refunfuñó Ansiedad estresada, colocando la palanca una vez más de su lado.
Alegría, tus mellizas se están peleando, haz algo.- propuso Asco.
¡Hey, HEY! ¡Que corra el aire! .- Alegría las separó como a sus propias hijas.- Ahora debemos de darnos prisa, en otro momento seguiremos viendo a Sushi.
Gracias, Alegría .- agradeció mirando a Depresión con satisfacción, obteniendo una expresión de impotencia de regreso.
Ansiedad tecleó la consola, haciendo que el ritmo de la joven cambiara de un momento a otro, llegando justo a tiempo a clases.
Durante el lapso escolar, su madre aprovechaba su tiempo libre para volver a casa y relajarse, puesto que en lo recóndito de su mente, la situación no era tan distinta a la de Riley.
¡Ella está aquí, se está acercando! .- gritó de pánico la emoción anaranjada con gafas.
Sois como un imán, ¡viene una y la otra la sigue a donde quiera que vaya! .- reprochó Ira con pintalabios rosa.
No os preocupéis, esta vez sí estamos preparadas, no como hace veinte años. ¿Ventiladores en posición?.- expresó la jefa azulada.
Sí, señora .- confirmó Asco.
¿Puerta tapiada?
De arriba a abajo .- aseguró la emoción amarillenta golpeando las tablas de madera clavadas en la puerta.
¿Cristal libre de obstrucción?
De lado a lado, las islas permanecen visibles .- aseguró Miedo observando la calidad de las mismas.
Perfecto.
Pero...¿Y si no es suficiente, y si tenemos que recurrir de nuevo a...? .- manifestó sus síntomas Ansiedad.
Veremos cómo avanza a lo largo de las próximas semanas, si después de dos a cuatro semanas no aparece Depresión, volveremos a la normalidad. Ahora solo importa darle el máximo apoyo a nuestra hija.
¡Genial, y ahora vamos a pasar nuestras vacaciones esperando en el tráfico! .- protestó Ira, notando como se había creado una fila larga de vehículos obstaculizando el paso.
Paciencia, Ira, todo a su debido tiempo.- le replicó la emoción azulada tomando una cálida taza de café.
En lo que el tráfico tomaba su ritmo, la mujer tomó su teléfono y abrió una aplicación cualquiera en busca de entretenimiento, cuando la realidad tenía paletas de colores mucho más limitadas. A veces, la gente sale al exterior para evadir lo que hay gritando dentro de sus cabezas, y solo se nota observando su lenguaje corporal; tal es el caso de un hombre de aspecto deprimente deambulando justo a la derecha de la carretera, en su mente, las emociones discutían.
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La depresión de Riley // Inside Out
FanfictionDespués del encuentro con Ansiedad y las demás emociones, todas ellas permanecieron unidas, adaptándose a los nuevos acontecimientos en la vida de Riley, quien cumplirá 17 años en muy pocos días. Su padre (quien ha pasado a ser un personaje secundar...