Capítulo 20: Pesadillas y Consuelo

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La semana comenzó con una sensación de calma en la oficina. Todos estaban ocupados con sus proyectos, pero había una atmósfera de cooperación y camaradería. ______ y Choso, que se sentían más cercanos que nunca, aprovechaban cada oportunidad para compartir pequeños momentos de cariño y apoyo mutuo.

Esa noche, después de un largo día de trabajo, ______ y Choso decidieron quedarse en casa y ver una película. Eligieron una comedia ligera para relajarse y disfrutar de la compañía del otro. Sin embargo, a mitad de la película, ______ comenzó a sentirse somnoliento y terminó quedándose dormido en el regazo de Choso.

Choso miró a ______ con ternura, acariciando suavemente su cabello. No quiso despertarlo, así que ajustó una manta sobre ______ y continuó viendo la película en silencio. Finalmente, también se quedó dormido, abrazando a ______ con suavidad.

En medio de la noche, ______ comenzó a tener una pesadilla. Se agitaba en su sueño, murmurando palabras incomprensibles. Choso se despertó al sentir los movimientos y se preocupó de inmediato.

"______, ¿estás bien?", preguntó Choso suavemente, tratando de despertarlo.

______ abrió los ojos de golpe, respirando rápidamente. Estaba desorientado y asustado, sintiendo que la oscuridad de la habitación se cernía sobre él. "Choso... tuve una pesadilla. Fue horrible."

Choso lo abrazó con fuerza, tratando de calmarlo. "Estoy aquí, ______. Todo está bien. No tienes que tener miedo."

______ se aferró a Choso, sintiendo el calor y la seguridad de su abrazo. "Gracias, Choso. Me asusté mucho."

"¿Quieres hablar sobre lo que soñaste?", preguntó Choso, acariciando el cabello de ______.

______ negó con la cabeza. "No ahora. Solo... ¿podrías quedarte conmigo esta noche? No quiero estar solo."

Choso asintió sin dudarlo. "Claro que sí, ______. No te dejaré solo. Vamos a la cama."

Se levantaron del sofá y se dirigieron al dormitorio. Choso se aseguró de que ______ se sintiera cómodo antes de acostarse a su lado. "Intenta descansar. Estoy aquí para ti."

______ se acurrucó junto a Choso, sintiéndose más tranquilo. "Gracias, Choso. No sé qué haría sin ti."

Choso lo abrazó con ternura. "Siempre estaré aquí para ti, ______. No tienes que enfrentarlo solo."

A la mañana siguiente, ______ se despertó sintiéndose mucho mejor. El miedo de la noche anterior había desaparecido, reemplazado por una sensación de seguridad gracias a Choso. Se levantaron juntos y prepararon el desayuno, disfrutando de la calma de la mañana.

"Gracias por quedarte conmigo anoche, Choso. Realmente lo necesitaba", dijo ______ mientras comían.

"De nada, ______. Siempre estaré aquí para ti, sin importar lo que pase", respondió Choso con una sonrisa.

El viernes por la noche, Toji y Reiko decidieron tener una cita especial en un parque de atracciones. Querían pasar un tiempo divertido y despreocupado juntos, alejados de la rutina diaria.

"Me encanta este lugar", dijo Reiko mientras caminaban por el parque, rodeados de luces brillantes y risas.

"Yo también. Es el lugar perfecto para relajarnos y divertirnos", respondió Toji, tomando la mano de Reiko.

Comenzaron la noche montándose en varias atracciones, riendo y disfrutando de la emoción de las montañas rusas y los juegos mecánicos. Toji no podía evitar sentirse feliz al ver a Reiko tan animada y sonriente.

"¿Qué te parece si probamos la rueda de la fortuna?", sugirió Reiko, señalando la imponente atracción.

"Claro, vamos", respondió Toji, llevando a Reiko de la mano hacia la fila.

Se subieron a una cabina y, a medida que la rueda subía, disfrutaron de la vista panorámica del parque iluminado. Reiko se acurrucó junto a Toji, sintiéndose feliz y segura.

"Toji, este ha sido uno de los mejores días que he tenido en mucho tiempo. Gracias por traerme aquí", dijo Reiko con una sonrisa.

"El placer es mío, Reiko. Me encanta verte feliz", respondió Toji, besándola suavemente en la frente.

Mientras tanto, ______ y Choso decidieron pasar el fin de semana en la playa. Querían disfrutar del sol, el mar y la tranquilidad del entorno. Llegaron temprano el sábado por la mañana, encontrando un lugar perfecto para colocar sus toallas y sombrillas.

"Este lugar es hermoso", comentó ______, respirando profundamente el aire salado del mar.

"Sí, lo es. Es justo lo que necesitábamos", respondió Choso, sonriendo.

Pasaron el día nadando, jugando en la arena y simplemente relajándose bajo el sol. ______ no podía evitar sentirse feliz y en paz en compañía de Choso.

"Gracias por traerme aquí, Choso. Este día ha sido increíble", dijo ______, mirando a Choso con gratitud.

"De nada, ______. Me alegra que estés disfrutando. Yo también lo estoy", respondió Choso, tomando la mano de ______.

Al caer la tarde, decidieron dar un paseo por la playa. El sonido de las olas y la brisa suave creaban un ambiente mágico. ______ y Choso caminaron descalzos por la orilla, disfrutando del momento.

"Choso, me siento muy afortunado de tenerte en mi vida. Eres mi refugio, mi paz", dijo ______, deteniéndose para mirar a Choso a los ojos.

"Y tú eres el mío, ______. No puedo imaginar mi vida sin ti", respondió Choso, abrazando a ______ con ternura.

Se quedaron así, abrazados, mientras el sol se ponía en el horizonte, pintando el cielo de tonos naranjas y rosados. Sabían que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre tendrían el amor y el apoyo del otro.

Between Us ➸➸Choso KamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora