Between Us ➸➸Choso Kamo

Capítulo 24: Un Día en la Playa

El jueves siguiente, después de una semana llena de trabajo, ______ y Choso decidieron que necesitaban un descanso. Con el fin de semana a la vuelta de la esquina, pensaron que sería el momento perfecto para una escapada a la playa. Querían aprovechar el buen clima y disfrutar de un día relajante lejos de la ciudad.

"¿Qué te parece si vamos a la playa este sábado?", sugirió ______ durante el desayuno.

"Me parece una idea genial. Necesitamos un poco de sol y mar para relajarnos", respondió Choso con entusiasmo.

Ambos se pusieron de acuerdo y comenzaron a planear su día. El sábado por la mañana, se levantaron temprano, empacaron sus cosas y se dirigieron hacia la playa. El viaje fue agradable, lleno de conversaciones animadas y risas.

Cuando llegaron, la vista del océano azul y la arena dorada los hizo sentir instantáneamente más relajados. Encontraron un lugar perfecto para colocar sus toallas y sombrilla, y rápidamente se acomodaron.

"Este lugar es hermoso", comentó ______, respirando profundamente el aire salado del mar.

"Sí, es exactamente lo que necesitábamos", respondió Choso, sonriendo.

Pasaron la mañana nadando en el océano y jugando en la arena. ______ intentó construir un castillo de arena mientras Choso lo ayudaba, riendo cada vez que las olas destruían su creación. Después de un tiempo, decidieron descansar bajo la sombrilla y disfrutar de un picnic que habían preparado.

"Estos sándwiches están deliciosos", dijo ______, tomando un bocado de su almuerzo.

"Gracias. Me alegra que te gusten", respondió Choso, bebiendo un poco de limonada.

Mientras comían, hablaron sobre sus planes futuros y lo que les gustaría hacer en los próximos meses. ______ mencionó la posibilidad de unas vacaciones juntos, quizás visitando alguna ciudad que ninguno de los dos había visto antes.

"Me encantaría hacer eso. Viajar contigo sería una gran aventura", dijo Choso, sonriendo.

Después del almuerzo, decidieron dar un paseo por la orilla. El agua estaba tibia y las olas suaves, lo que hacía que caminar descalzos fuera una delicia. ______ y Choso caminaban de la mano, disfrutando del sonido del mar y la tranquilidad del momento.

"Este día ha sido perfecto hasta ahora", dijo ______, mirando a Choso con gratitud.

"Sí, lo ha sido. Estoy muy feliz de estar aquí contigo", respondió Choso, apretando su mano.

A medida que la tarde avanzaba, encontraron un lugar tranquilo para sentarse y ver el atardecer. Los colores del cielo se mezclaban en tonos naranjas, rosados y morados, creando una vista espectacular.

"El atardecer es increíble desde aquí", comentó ______, apoyándose en el hombro de Choso.

"Sí, es hermoso. Pero no tanto como tú", respondió Choso, besando suavemente la cabeza de ______.

Se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la belleza del atardecer y la compañía del otro. ______ sintió una profunda paz y felicidad, sabiendo que este momento sería uno de esos recuerdos que atesoraría para siempre.

Cuando el sol finalmente se puso, decidieron que era hora de regresar a casa. Recogieron sus cosas y se dirigieron al auto, sintiéndose rejuvenecidos y más conectados que nunca.

De camino a casa, ______ se quedó dormido, agotado por el día lleno de actividades. Choso lo miró con ternura, agradecido por tener a ______ en su vida. Sabía que, a pesar de los desafíos y malentendidos, su amor era fuerte y podían superar cualquier cosa juntos.

Esa noche, de vuelta en casa, ______ se despertó sintiéndose completamente descansado. Choso había preparado una cena ligera para ellos, y ambos se sentaron a la mesa para disfrutarla.

"Gracias por este día, Choso. Ha sido perfecto", dijo ______, sonriendo.

"El placer es mío, ______. Me alegra que lo hayas disfrutado tanto como yo", respondió Choso, tomando la mano de ______.

Después de la cena, se acomodaron en el sofá para ver una película antes de irse a dormir. Eligieron una comedia romántica y se acurrucaron bajo una manta, disfrutando de la calidez y la cercanía.

"Este ha sido uno de los mejores días que hemos tenido", comentó ______, mirando a Choso.

"Sí, lo ha sido. Y habrá muchos más días como este, te lo prometo", respondió Choso, besándolo suavemente.

La historia de ______ y Choso continuaba evolucionando, llena de amor, cuidados y nuevas experiencias. Cada día les traía nuevas oportunidades para fortalecer sus lazos y descubrir lo que el destino les tenía preparado. A pesar de las complicaciones y desafíos, sabían que con honestidad y apoyo mutuo, encontrarían el camino hacia la felicidad.

Esa noche, mientras se preparaban para ir a la cama, ______ se sintió increíblemente agradecido por todo lo que tenían. "Choso, gracias por siempre estar ahí para mí. Eres mi roca y mi mejor amigo."

"Y tú eres el mío, ______. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar", respondió Choso, abrazándolo con fuerza.

Se acostaron juntos, acurrucados bajo las mantas, y ______ sintió una paz profunda mientras se quedaba dormido en los brazos de Choso.

A la mañana siguiente, se despertaron con el sol brillando a través de las cortinas. Decidieron hacer un desayuno especial juntos, disfrutando de los últimos momentos de su escapada antes de volver a la rutina de la semana.

"Vamos a hacer unos panqueques", sugirió ______, buscando los ingredientes en la cocina.

"¡Me parece una idea deliciosa!", respondió Choso, sacando una sartén.

Trabajaron juntos, riendo y bromeando mientras cocinaban. Los panqueques salieron perfectos, y se sentaron a la mesa para disfrutar de su creación.

"Estos son los mejores panqueques que he probado", dijo ______, tomando un bocado.

"Definitivamente son los mejores porque los hicimos juntos", respondió Choso, sonriendo.

Después del desayuno, decidieron pasar el resto del día en casa, disfrutando de la tranquilidad y la compañía del otro. ______ sacó un juego de mesa, y pasaron la tarde compitiendo amigablemente y riendo juntos.

"Te gané otra vez", dijo ______, moviendo su pieza final en el tablero.

"Eres imbatible en este juego", respondió Choso, riendo.

La tarde pasó rápidamente, y antes de darse cuenta, la noche había llegado. Se prepararon para la semana siguiente, sabiendo que los desafíos del trabajo y la vida diaria estarían ahí, pero también sabiendo que tenían el uno al otro para enfrentarlos juntos.