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Seungmin se dirigía a la salida de los departamentos que la universidad les proporcionaba con un poco de prisa, su alarma no había sonado (en realidad él no la escuchó) e iba tarde a su clase. No le hubiera importado si fuera cualquier clase, pero era la clase más importante ya que iba a entregar un proyecto que valía prácticamente su calificación final. Consistía en un biombo de cartulina que contenía el lenguaje y literatura china, francesa y alemana, que le costó semanas terminar, y ahora tenía miedo de no entregarlo. Para colmo, parecía que ese no era su día, ya que había comenzado una fuerte lluvia y él no tenía un paraguas cerca. Aunque la universidad no quedaba lejos, no quería que su trabajo se estropeara.

Mientras apresuraba el paso, sintiendo cómo las primeras gotas de lluvia comenzaban a empapar su cabello y su ropa, un sonido del claxon de un automóvil lo distrajo. Al darse vuelta para ver quién era, deseó que la tierra se lo tragase. Era Christopher Bang, su guapo, sexy y odioso ex novio en su lujoso auto. Christopher venía de una gran familia de empresarios y personas con mucho dinero, algo que tuvo responsabilidad en su ruptura, pero esa es otra historia.

—Hola, bebé —dijo Christopher sonriendo, sus ojos brillando con diversión—. ¿Quieres que te lleve?

—Primero, no me digas bebé, y segundo, no, gracias —respondió Seungmin, evitando el contacto visual. A pesar de que ya había pasado tiempo desde que habían roto, todavía le costaba asimilarlo.

—Pero se va a mojar tu bonito trabajo, ¿estás seguro? —insistió Christopher, sus ojos recorriendo el biombo con una mezcla de admiración y preocupación.

Seungmin se lo pensó un poco. "Bien, si me subo en la parte de atrás, puedo fingir que es mi chofer y no tendría que estar hablando con él."

—Bien —respondió con un tono seco.

Seungmin se acercó a la parte trasera del auto para abrirla cuando se dio cuenta de que estaba repleta de papeles.

—Oh, lo siento, bebé, no tuve tiempo de acomodar todo. Tendrás que sentarte aquí enfrente conmigo —dijo Christopher con una pequeña sonrisa que enseñaba sus bonitos dientes blancos y sus hoyuelos.

Seungmin soltó un pequeño suspiro. Cuánto amaba esos hoyuelos que tanto lo hicieron llorar.

—No intentes nada, Christopher. Quiero tus manos solo en el volante —dijo Seungmin subiendo al asiento de copiloto y colocándose el cinturón.

—Lo que digas, bebé.

—Y deja de decirme bebé, si no quieres que te rompa los dientes.

—Lo que digas —hizo una pequeña pausa—. Bebé —dijo muy cerca del oído de Seungmin, su aliento cálido causando un estremecimiento involuntario en él.

—¡Muévete! ¡Que voy a llegar más tarde de lo que ya voy! —exclamó Seungmin, sintiendo cómo su rostro se sonrojaba ligeramente por la cercanía.

Christopher rió suavemente y aceleró el auto, dirigiéndose hacia la universidad. El silencio entre ellos era tenso, cargado de emociones no dichas y recuerdos no tan lejanos. Mientras las gotas de lluvia golpeaban suavemente contra las ventanas del auto, Seungmin miraba fijamente hacia adelante, tratando de ignorar el aura de Christopher que siempre lo había afectado tanto.

Christopher rompió el silencio después de unos minutos. —Entonces, ¿qué proyecto es ese que te tiene tan estresado?

Seungmin lo miró de reojo, con una mezcla de molestia y resignación. —Es un proyecto de literatura. Valen prácticamente mi calificación final.

—Debe ser muy importante para ti. Recuerdo lo mucho que siempre te esforzabas en tus estudios. —Christopher sonaba casi nostálgico, como si estuviera recordando los tiempos en los que eran felices juntos.

—Sí, lo es. No quiero hablar de eso contigo —respondió Seungmin, cerrándose de nuevo en su caparazón emocional.

Christopher asintió, respetando su deseo de no profundizar en el tema. —Está bien, no hablaré de eso. Solo... me alegra poder ayudarte, aunque sea un poco.

Seungmin no respondió, pero una parte de él se sintió agradecida por la ayuda, aunque su orgullo no le permitiera admitirlo en voz alta.

Cuando finalmente llegaron a la universidad, Christopher detuvo el auto frente al edificio principal. —Aquí estamos. Buena suerte con tu proyecto, Seungmin.

Seungmin abrió la puerta y salió rápidamente, sosteniendo con cuidado su biombo para que no se mojara. Antes de cerrar la puerta, miró a Christopher una última vez. —Gracias por el aventón. Y recuerda, mantén las manos en el volante.

Christopher sonrió, esa sonrisa que tantas veces había visto en sus sueños. —Lo haré. Buena suerte, Seungmin.

Seungmin cerró la puerta y corrió hacia el edificio, tratando de dejar atrás los sentimientos que la presencia de Christopher había revivido. Tenía un proyecto importante que entregar y no podía permitirse distracciones, especialmente las que venían en forma de un ex novio encantador y complicado.

~🏈❤️~

Capitulo corto pero sobre mi bonito chanmin, ¿estan intrigados por saber la causa de su ruptura? Dejenme decirles que les di unas cuantas pistas por este capitulo, nos vemos.

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Touchdown in your heart (Hyunin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora