Medio demonio - (Shinazugawa Sanemi x Lector)

Capítulo 10. Me gustas

Ha pasado una semana y por fin Shinobu ha permitido que vuelva a mi residencia, aunque aun no podía ejercer como pilar.

-Tachaaaaan –dijo Kanroji cuando vino de visita esa misma tarde. – Aquí tienes muuuchos dulces para que termines de recuperarte.

-Muchas gracias, Kanroji. –le sonreí.

-Siempre he querido decírtelo.... Pero me encantaría que me llamaras por mi nombre.

-Vale .—le volví a sonreír.

-¿Estarás bien aquí tu sola? Al fin y al cabo por las noches no se queda nadie.

-Si, no te preocupes. Ya puedo moverme perfectamente. De hecho, seguramente en unos días vuelta al entrenamiento.

-Las cosas parecen estar más calmadas ahora. Puedes descansar un poquito más. –se sentó en el porche de madera y yo hice lo mismo. Me senté a su lado.

La miré de reojo. Quería preguntarle si ella alguna vez se había sentido atraída por algún compañero... pero no sabía si era adecuado preguntar algo así. Me sonrojé un poco.

-Puedes preguntarme lo que quieras. –me dijo ella mirándome sonriente.

-¿Eh? ¿Cómo lo sabes?

-Se te ve en la cara. Eres de las personas que no pueden ocultar sus expresiones. –rio. Eres fácil de leer. –me sonrojé de nuevo.

-Bueno, es que es una pregunta un poco rara...

-¡Adelante! –hubo un silencio de unos segundos y finalmente me lancé.

-¿Alguna vez... te ha gustado algún compañero de la compañía o has tenido algo con alguno? –le pregunté finalmente mirando al suelo.

-Mmmm gustarme si que me han gustado. Giyu, Kyojuro (aunque ya no esté), Tengen..... -empezó a enumerar.

-¿¡En serio?!

Ella estalló en carcajadas.

-Es normal sentirte atraída por personas que ves todos los días y que además son buenos chicos. Pero, una cosa es gustar y otra cosa es enamorarte. Creo que... cuando te enamoras lo sabes perfectamente. –tocó sus calcetines largos verdes.

-¿Estás...enamorada de alguien? –le pregunté.

-Podría decirse. –dijo más seria mirando al cielo. --¿Y tú?

-¿¡Yo?! No, no lo creo.

-¿Acaso no me preguntas esto por Sanemi? –me sonrió dulcemente.

Mi cara se puso roja como un tomate. ¿Qué diablos?

-¿Qu-que dices Mitsuri? Sanemi y yo ni siquiera nos llevamos bien.

-Pues eso no es lo que vemos todos los demás. ¿No es que ha estado yendo casi todos los días a verte a la residencia mariposa?

-Solo estaba de paso...

-¿Tú te crees eso? Nunca habíamos visto a Sanemi así con nadie. No es difícil darse cuenta.

-Es que... es tan difícil tratar con él. A veces es tan amable y otras todo lo contrario.

-Él no es muy bueno para expresas sus emociones. Ni para dejarse querer. Siempre ha sido así con todos. Yo creo que hacéis muy buena pareja. Si tú también sientes por él, te recomiendo que lo intentéis. En este mundo donde podemos morir por demonios en cualquier momento, es mejor no dejarse nada por hacer. Por si te llega la hora, estar tranquilo de que hiciste lo mejor. Y no desperdiciaste ningún momento ni oportunidad. ¡Yo te apoyo! –me dijo volviéndose a mí.