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¿Qué tan doloroso puede ser la soledad? Por primera vez Hoseok lo estaba experimentando de alguna manera, antes no se preocupaba si estaba solo o no, mientras ayudara a otras personas sentirse bien él también lo estaba, pero jamás la soledad le pesaba de alguna forma.

Pero hablando de soledad en general, si la había experimentado, cuando murió su padre omega. Él había sido una parte tan importante en su vida que no importaba nada mientras estaría con su padre, todo era felicidad y cuando partió hizo la vida injusta pero poco a poco se dio cuenta que lamentablemente esto podría pasar algún día. Aceptando por fin que su mayor fuerza se fue. Ahora solo experimenta la soledad de una manera distinta, no esta Yoongi con él.

Siempre tendrá esa pregunta puesta en su cabeza: ¿Es malo enamorarse de una persona ajena? Al parecer sí y más si esa persona está con su hermano. Podría soportar que Yoongi hubiera estado con otra persona pero este no es el caso, está con Hyeon.

Y mientras las inmensas gotas de lluvia caen con compañía de aquellos relámpagos hacen su habitación más fría de lo que ya lo era. Y mientras Yoongi está abrazando con verdadero amor a Hyeon consolándolo por lo que está sucediendo, Hoseok está mirando sobre su ventana como el cielo está llorando, así como su alma llora. Se siente estúpido y culpable. No debía fijarse jamás en él, porque esta era la parte donde más dolía. Y como no, desde un inicio jamás comenzó como algo romántico sino todo lo contrario, Yoongi no se fijó en su hermoso corazón, en su mirada cálida después de haber terminado, de la manera delicada en la que acariciaba sus mejillas con sus manos finas y suaves. No puede decir que perdió un amor porque nunca empezó nada, solo tal vez para el alfa es un desahogo, uno donde tal vez poco a poco vaya desapareciendo y más ahora que Hyeon lo necesita.

Solo tal vez necesite a alguien más, alguien que en serio lo quería y pueda quitar a Yoongi de su corazón. Necesita conocer gente nueva a partir de hoy, basta de cerrarse en su burbuja donde algún día Yoongi se fije en él, porque eso jamás pasará.

Se limpió las lágrimas levantándose de la cama para buscar algo en el closet, no importaba nada ahora, ya no se preocuparía por absolutamente nadie más que de él mismo. Necesita quitarse todo que le agobia y era justo y necesario explorar otras partes de la ciudad que no sean sus centros benéficos y la empresa, aparte, estaba totalmente soltero. En cuanto se termino de duchar y cambiarse se miro al espejo, hoy por fin saldría de su jodida burbuja para comenzar algo bueno para él.




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—Seojun, ¿haz visto a Hoseok?— el omega deja de mirar su laptop para prestarle atención a Yoongi, este niega.

—No, desde la tarde no lo he visto, ¿ocurrió algo?

Suspira y se rasca la nuca.

—No pasa nada, solo necesito... necesito que vea una nueva propuesta para la empresa.

—¡Ouh!— se quita los lentes y baja la pantalla para verlo mejor—. Si quieres puedes discutirlo conmigo también...

Yoongi niega rápidamente y de inmediato saca su celular del bolsillo.

—No quiero sonar grosero pero ya tengo una técnica de trabajo con Hoseok, mejor lo espero.

Seojun solo sonríe sin mostrar ninguna pizca de ofensa.

—Si lo veo le digo que lo estás buscando.

Este solo agradece y camina hacia las escaleras, deteniéndose en el balcón comienza a llamarlo múltiples veces, no hay respuesta. Su pie golpea el suelo con ansiedad, llamó unas seis veces y en todas ellas Hoseok no responde, no puede con la desesperación y manda varios mensajes de texto y maldice al final. En total fueron treinta mensajes de texto  y unas treinta y dos llamadas, llamadas que jamás fueron contestadas porque el celular en el doceavo fue apagado.

Rojo | Yoonseok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora