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Hyeon buscaba entre las cosas de Yoongi con la esperanza de encontrar algo. Buscaba entre los cajones de su ropa, entre sus papeles importantes de la oficina, entre su maletín, incluso, hasta en el coche. No hubo nada. Solo tiene el presentimiento de que Yoongi tiene a alguien más. En cuanto hizo presencia en la habitación solo suspiro y se quita el saco con los ojos dormilones, el omega se acerca a él con la intención de tener algún beso. No hubo nada, solamente un rechazo discreto.

—¿Sucede algo?

Yoongi camina hasta la parte de sus cajones para sacar una camisa de algodón limpia y unos pantalones cómodos para poder dormir, estaba tan cansado que lo único que quería era dormir.

—No— afirmó fríamente.

—Estas actuando bastante extraño estos últimos días.

—Hyeon, solo estoy cansado, por favor deja tus dramas que no estoy ni con el ánimo de escucharte.

Se colocó las prendas y con pasos perezosos llegó hasta la cama, tomó las sábanas para apartarlas y adentrarse en ellas. El omega solo estaba observando como lo ignoraba, como era su costumbre.

—Solo hice una pregunta.

—Y yo te respondí que no quiero tener una discusión justo ahora. Buenas noches.

—Yoongi, tú no eres así...

—Suficiente.

Levantándose de golpe tomando una almohada y una sábana al igual que su celular, llega hasta la salida cuando nuevamente lo detiene.

—¿Qué haces?

—No pienso seguir escuchándote. He dicho que estoy cansado y no paras de hablar, prefiero dormir en otra habitación.

Y así fue, no dejo que Hyeon lo siguiera y cerró la habitación de visitas con seguro. sentándose en la cama tomó su celular y comenzó a escribir un mensaje de texto.

Yoongi: Estoy solo en la habitación de visitas, por si quieres venir hacerme compañía. ;)

El celular de Hoseok timbró, leyendo el mensaje se puso nervioso.

Hoseok: En la madrugada cuando todos estén dormidos estaré ahí, asegúrate de ver mi mensaje cuando te avise que me abras.

Sonrió al leerlo, dejó el celular en la mesita de noche y se dispuso a pensar mientras se acostaba en la cama. Su razonamiento y su culpabilidad hace tiempo se evaporizo después del cuarto encuentro, ya no le interesaba de ninguna manera su esposo, y eso sonaba bastante crudo. Hoseok se encargó de sembrar esa necesidad de querer tenerlo, y eso era un grandísimo problema en cierto modo.

Dando la media noche, cuando todas las luces estaban apagadas Hoseok bajo los escalones despacio, llegando al pasillo con temor de tropezarse con algo. Estando frente a la puerta mando un mensaje de texto diciendo que estaba ahí, inmediatamente la puerta se abrió y se adentro.

Los labios de Yoongi buscaron los del omega, era un beso tan desesperado que sentía que iba a quedarse sin oxígeno. Pegando su espalda contra la puerta mientras sus manos inquietas se adentraba en la camisa del chico, su piel se erizó y eso hizo reír a Yoongi. Mordió su labio inferior después recorriendo su cuello oliendo su glándula de feromonas, delicioso.

—Te extrañe, ¿sabes?— susurró contra su oído, su mano derecha ya estaba dentro del pantalón de pijama de Hoseok, este suelta un jadeo.

—Alfa...— gimió, enloqueciéndolo de inmediato.

No puede esperar más y se deshace de todas las prendas que lleva puesta el omega, esta creando una especie de obsesión con su cuerpo que no puede evitar besar y morder. Le encanta saber de cierta manera que ha poseído el cuerpo virgen de Hoseok, el omega nunca a mostrado a alguien oficialmente ni tampoco casual, siempre se mantuvo cien por ciento en su trabajo y nada más. Su ego crece una mayor parte, Hoseok ha logrado eso en Yoongi inconscientemente que es difícil de parar ahora. Lo toca sin descaro, sin remordimientos, ni siquiera le importa si existe alguna especie de consecuencia. Lo besa en cada rincón de su cuerpo y llega nuevamente a sus labios para besarlo sin pudor, mientras sus manos están tocando y provocando más el placer, está a nada de explotar pero eso el alfa no lo permite.

Rojo | Yoonseok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora