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Jung Dawan, el alfa más respetado y tanto amado como odiado. Creyéndose el rey del mundo y pensando que podría controlar todo a su antojo. Anteriormente Min Yoongi se había dado cuenta sobre aquel fraude que le estaba haciendo a su padre. Apropiarse de todas las empresas Min, empresas que iban hacer heredadas por Yoongi. Y esa misma noche tenía que enfrentarlo o todo se iría al carajo, no solo su herencia sino su mismo padre, ya que estaba muy delicado de salud.
Teniéndolo enfrente y haberle reclamado esté solamente se burló, esa maldita risa estúpida hacía que su coraje de Yoongi quisiera explotar.
El enfrentamiento solo hizo que Yoongi diera una advertencia. Después de eso y pasando solamente tres días Jung Dawan no había aparecido en su empresa, solamente algunos empleados decían que estaba en un viaje de negocios.
Nadie le miro lo raro, incluso, el hombre tenía la costumbre de no decir dónde exactamente estaba, por lo que, Dawan solo se iba por varios días. Pero había una persona en específica que sabía bien donde estaba el alfa. Tirado sin signos vitales en un baldío.
...
Hoseok salió de la oficina de Seojun, todos los presentes estaban tan sorprendidos por la forma tan distinta de vestir; un traje negro, sin los lentes que siempre llevaba puesto, su cabello negro estaba peinado informal. Se veía tan distinto que los mismos omegas estaban encantados con él. Hyeon lo vio salir con una expresión de enojo, pero queriendo reclamarle este no le presto un poco de atención. El omega no se pudo quedar con las ganas y lo siguió llevando hasta la gran casa, Hoseok se adentra al despacho de su alfa padre y Hyeon entra después con un golpe en la puerta.
—¿Dime cuanto te prometió darte para que seas su pareja?— Hoseok frunce el ceño con una leve sonrisa.
—¿De qué hablas?
—No te hagas el estúpido, ¿Cuánto te dijo Yoongi que te daría para que hicieran todo este teatro? Porque me imagino que debió haberte comprado, nadie se fijaría en un omega tan poco atractivo e idiota. ¡RESPONDE YA!
—Primero debes calmarte— el omega se encamina a la puerta y cierra colocándole el seguro.
Su atención está muy puesta en él ahora, Hoseok se ríe a carcajadas como si hubiera dicho el mejor de los chistes, camina con paso muy lento hacia el escritorio dejando confundido a Hyeon por su actitud.
—. De verdad creí y aposté que serias muy inteligente pero me di cuenta que no.
Se dejó caer en la silla de cuero como si fuese el mismo jefe, el cuerpo de Hyeon se erizó.
—¿De qué me estás hablando?
—Primero que nada siéntate, hace tiempo que no hemos tenido un momento de hermanos desde que murió papá. Amo esto porque nos hace más unidos, ¿sabes?— sonríe cálidamente, recarga sus codos en la madera, Hyeon obedece y se sienta mirándolo con aun el ceño fruncido—. Quiero contarte una historia, puede sonar algo extraña pero me encanta recordarla porque me hace motivar cada día. Antes de iniciar quiero agradecerte todo el apoyo que me haz dado, de verdad. En fin, no quiero hacer esto muy largo y que te aburras. Todo fue difícil en mi camino, siempre creí que estaría sufriendo por las injusticias que me daba la vida, la muerte de mi padre omega me pego tan fuerte pero tomé la fortaleza y me convencí a mi mismo que podría hacerlo y lo logré, todo conspiro a mi favor. Hyeon, yo no tengo suerte, mi suerte lo hago yo.
