En la azotea de un rascacielos Nolan estaba a punto de caer al vacío, casi sin fuerzas me tomaba de la mano, era su única salvación ante la inevitable caída, cuando alzo su mirada me dijo con una voz temblando no me sueltes, el sudor de mis manos hizo que poco a poco se resbalara de mí, sin poder hacer nada, lo vi caer y en ese momento...mis ojos se abrieron.
—Caramba!!! No acepto esta pesadilla, quiero volver a dormir y salvar a Nolan aunque sea una vez en mis sueños — Quería volver a dormir y soñar de nuevo, pero mi despertador no me dejo, era la hora de levantarse e ir a trabajar.
—Ni modo, Nolan otro día te salvare
Dicen que los sueños siempre nos revelan cosas, cosas que solo algunas personas lo pueden revelar, mi sueños aun me dejan con mucho de que pensar o tal vez solo son sueños, fantasías por dormir con el estómago muy lleno.
—Buenos días Jenny veo que estas mucho mejor
—Buenos días García, ya mucho mejor y parte te lo debo a ti
—Señorita García dichoso los ojos que la ven
—Marcos, ¡buen día!
El aroma de cada persona puede decir mucho de ella, Genny utilizaba una fragancia dulce pero no empalagosa lo que me decía que era una persona tranquila, alegre y cuidadosa, Marcos tenía un aroma a flores con un toque masculino, necesitaba aplicarse mínimo dos veces desodorante porque su transpiración era mayor, lo que me decía que es un hombre honrado y trabajador, algo controvertido pero simpático, y de repente un aroma fresco, dando un toque de dulzura algo inusual que no había sentido antes, era el contador que con una sonrisa que iluminaba su rostro daba los buenos días a todos.
—Buen día señorita Jenny. Marcos gusto en saludarte, ¡el día es hermoso hoy!. Señorita Gracia buen día, cuando tenga oportunidad puede pasar a mi despacho.
—Si señor ahora voy. —Nunca antes avían visto al contador tan contento y amable, era totalmente otra persona.
—¿Pero que a pasao?, ¿Quién cambio al verdugo?— Dijo marcos apenas entro el contador a su oficina
—No sé, pero nunca lo había visto así tan feliz. Tal vez es un alíen y no el contador —Dijo Jenny
—Yo tuve un pariente que era muy gruñón y un día estaba tan contento que se murió.
—Que la boca se te haga chicharrón Marcos— Jenny regaño a marcos y este levanto las manos en señal de redención
—Ya no sigan, voy a ver que se le ofrece al contador
Al entrar al despacho, vi a una persona rejuvenecida, con deseos de comerse al mundo de un solo bocado, sus ojos brillaban como adolescente y no podía disimular su felicidad
—Contador, disculpa... Rafael, ¿se le ofrece algo?
—Si García, necesito que ordene todos los documentos y los pendientes por firmar me los tenga hoy en mi escritorio, cancele mis citas para el resto de la semana y... concrete una junta para mañana con todos, necesito comunicarles algo muy importante.— Ahora quede con el doble de suspenso, ¿Por qué cancelar citas? Y la junta de mañana ¿Qué es eso tan importante que debe decirnos? Mi rostro reflejaba esa inquietud que Rafael pudo darse cuenta.
—Señorita Libertad García, —Se dirigió a mí con una tierna mirada, que me recordó a mi padre y a mi madre cuando me despedían en la puerta del colegio.—Ven siéntate, creo que debes ser tú, la primera en enterarte de la noticia, y no solo eso, quiero contarte el porqué de mi decisión.—Me toma de la mano para sentarme en el sillón y junto a mí él se sentó. —Tome la decisión de hacer una pausa y retirarme de todo esto, me voy... me voy a disfrutar a vivir.
ESTÁS LEYENDO
LIBERTAD ES MI NOMBRE
Tâm linhEsta historia nos demuestra el maltrato al cual estamos expuestos por conseguir nuestra libertad. No solo hablo del maltrato físico, también del maltrato que no deja huella en la piel, pero sí en el alma: el maltrato moral, psicológico y emocional...