Capitulo 4-Con amor, no duelen los golpes

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Hace un mes que Nolan se marchó, prometió escribirme pero ninguna carta ha llegado, la música de mi celular me anuncia una llamada.

Otra vez este número desconocido ya es la segunda vez que me marca en esta semana. No quiero contestar, generalmente estos números de otras ciudades son de extorsión, primero te dicen "prima" ¿Cómo estás? Necesito que me ayudes, "madame dinero por favor",

Debería de bloquearlo de una vez.

Nuevamente mi Celular anuncia otra llamada, dispuesta esta vez a bloquear el número. Este es otro número y parece que es de esta ciudad dude por un momento, pero... qué más puede pasar, si es alguien que no conozco solo cuelgo y ya.

⎯Bueno...

⎯Buen día, ¿Señorita García?⎯ Era una voz de una mujer, intrigada confirme mi apellido

⎯Sí, ella habla

⎯Llamo de la cruz roja Mexicana⎯ ¿Cruz Roja? Mi familia radica en un pueblo y difícilmente llegue la cruz roja por ahí.

⎯La Señorita Jenny Guzmán fue ingresada por haber sufrido un accidente automovilismo ⎯No podía creer lo que me decían, ella no sabía manejar y mucho menos tenía vehículo.

⎯En los números telefónicos que ella tenía aparecen este con su nombre

⎯Pero, ¿está segura de lo que me dice?, ella no tiene auto

⎯Lamento decirle que si estamos seguros, por su identificación, ella viajaba con un hombre en un carro deportivo de color azul plateado⎯ NO PUEDE SER!!! El hijo del contador, estoy segura

⎯Pero, ¿Cómo fue? ¿Qué pasó?

⎯No tengo mucha información por el momento, solo sé que el conductor en estado de ebriedad y drogado...

⎯ESE HIJO DE!!!!, No tiene ni una pizca de responsabilidad, por favor dígame la dirección.

Afortunadamente no estaba muy lejos, tome mi bolsa y mis llaves, Salí corriendo en busca de un taxi, al pasar por el buzón de la entrada pude observar parte de una carta de color naranja que sobre salía de él, me detuve por un instante lentamente camine hacia el buzón, estire la mano como si fuera una película en cámara lenta

⎯Es de él, por fin llegó

No podía creer lo que veía, era de mi Superman, mi héroe, mi tiempo se detuvo por un instante pero de pronto regrese a mi realidad, mi amiga y compañera Jenny estaba en un hospital y desconocía la gravedad del asunto, tome la carta y la guarde en mi bolso, como el más preciado tesoro.

⎯¡TAXIII!

Mi suerte parecía no abandonarme, pero el de mi amiga parecía haber cambiado, ella nunca participaba en las marchas porque según eran peligrosas y tenía miedo de salir lastimada, no la culpo muchas mujeres callan por miedo, miedo porque no tienen una preparación académica para conseguir empleo y mantener a sus hijos, miedo de recibir golpes porque somos la raza débil según el hombre, miedo de nosotras mismas porque somos las únicas que tenemos la fortuna de dar vida y cambiar otra, ahora no puedo imaginarme lo que está sintiendo.

⎯Por favor al hospital de la cruz roja

El taxista notó mi desesperación, al menos eso pensé porque aceleró en cada oportunidad, y no busco charlar conmigo, solo pensaba en las palabras de reproche y los insultos que le haría a Mauricio, drogado y alcoholizado, que horror en que estaba pensando mi amiga. A distancia el hospital se podía apreciar, era la hora de afrontar la verdad

LIBERTAD ES MI NOMBREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora