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—¿A dónde ha ido Click Tack? —me dirigí a Si-Mony el cual estaba sentado a mi lado.

—No tengo la menor idea de donde está. Suele hacer este tipo de cosas. Es algo normal en el desaparecerse de la nada y aparecer al rato.

El origen de la pregunta proviene que el afeminado chico me pidió el favor de que fuese a su cuarto a cuidar de Si-Mony ya que debía hacer algo. La verdad es que no me desagrada la idea de estar con su amigo pero, ya va a ser una hora y media desde que se fue. Lo peor es que Si-Mony está al borde de un ataque de ansiedad.

Falta poco para su revisión y Click Tack no llega, él es el único que sabe sobrellevar esta situación.

—Oye —iba a tratar de distraerlo con una conversación. Ya había contado cuatro veces sus cartas y no se calmaba—, ¿hace cuánto conoces a Click Tack?

—Desde que me da la memoria aquí. Él tenía tres años y yo cuatro. Tenemos un año de diferencia. Comenzamos a hablar una vez que él jugaba con unos carritos dañados de juguete y yo, decidí hablar con él e inesperadamente, le agradé y aseguró que éramos amigos. Desde entonces nunca se ha separado de mi.

—Ya veo, ustedes tienen una bonita amistad.

Parezco un estúpido haciendo esto. ¡El pobre chico no se calma!

No me queda de otra más que plantear conversación.

—Y rara también. Click Tack siempre ha sido muy malo para hacer amigo, aunque, conmigo, hizo una excepción, jamás me deja solo, siempre hacemos todo juntos. Lo peor es que ese enanito me domina.

Ya va... ¿en serio estos dos no están saliendo?

—¿Están saliendo?

—Ojalá —dijo en seco, casi sin importancia.

Vaya confesión. Es bastante honesto este chico. ¿Lo habrá dicho en serio?

—¿Lo dices e serio?

—Muy en serio —sonrió levemente.

—¿Te gusta Click Tack?

—Desde siempre me gusta ese chico. Por muchas cosas la verdad.

—¿Cómo cueles?

—Todo lo relacionado con él. Amo cada parte de su ser, él es... perfecto para mi —sonrió.

Este chico es lo más puro en el mundo.

—Te confieso algo. Cuando conocí a Click Tack aun podía ver y, he olvidado como se ve casi todo, pero, jamás olvidé el rostro de Click Tack.

—Deberías decirle.

—Yo creo que no. Él es fan número uno del sexo, a mí... me desagrada... un poco... En pocas palabras, yo soy asexual y el súper fan de ese tema...

Oh vaya, que fuerte...

—No uses eso como excusa para no declararte —me crucé de brazos.

—Me gustaría poder salir con él de todos modos.

—Inténtalo.

—Haré un esfuerzo. Mas no prometo nada.

El tiempo transcurrió un rato más, el seguía contando sus cartas una y otra vez sin parar. A medida que el reloj avanzaba él estaba más y más ansioso, yo no sabía cómo calmarlo.

Yo ya estaba en desesperación por eso.

—Si-Mony, deberías tratar de calmarte un poco.

—Lo intento. Pero no puedo.

Corre si es que puedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora