Estaba en la biblioteca ojeando unos libros de algo llamado Botánica por mera curiosidad, no me llamaban mucho la atención por eso solo pasaba las hojas sin mucho entretenimiento, mientras, Sikkih jugaba en el suelo con unos carritos obsequiados por Aera.
El niño, al notar mi mirada fija en él, desvió su mirada hacia mí.
—¿Pasa algo?
Negué con la cabeza. El solo se encogió de hombros y continuó jugando.
—Sabes, en el grupo de plan de escape hay un posible derrochador de información —comentó sin siquiera detenerse a mirarme.
—¿Qué? —espeté, enderezándome— ¿hablas de que puede haber un traidor entre nosotros?
—Es solo una intuición. Al menos es lo que deduje la última vez.
—No entiendo.
—Nunca entiendes.
—Entiendo menos si no me explicas nada, Sikkih.
—Bueno, es que, es muy obvio. El mismo Si-Mony se dio cuenta. Las reacciones del hombre dieron a entender que estaba informado en que irían a someterlo.
—¿En serio te diste cuenta de ello?
—Yo solo digo, la verdad no sé, honestamente es solo un simple pensamiento.
—Gracias a tu simple pensamiento vas a ayudarnos a todos a descubrir si hay algún traidor entre nosotros.
Me puse de pie para irme, cuando escuché a alguien carraspear sonoramente a mis espaldas:
—Desconozco su conversación pero, si en su grupo de amigos creen que hay un chismoso, tal vez no sea necesariamente de allí, puede llegar a ser alguien de fuera que antes había escuchado algo de ustedes —comentó una niña detrás de un estante de libros.
No conocía a esa pequeña, ni siquiera de vista, era peculiar su rostro, parecía de porcelana, incluso, tenía grietas en la parte superior de su frente en la parte derecha, era como una muñequita, aunque tenía una cara muy seria, demasiado.
—Ammm.... Gracias pequeña —mascullé.
—De nada —se marchó sin decir nada.
Una vez vi que no estaba, le dije a Sikkih que se cuidara de esa niña desconocida, luego salí de la biblioteca para ir a la habitación de Lilith para hablarle sobre lo que me dijo Sikkih y la otra niña rara.
Apenas vi a Lilith en su cuarto le conté todo lo sucedido, sin falta. Ella solo podía mirarme, atenta, sin cambiar su expresión seria, creo que en su mente estaba planeando como averiguar ese pequeño detalle.
—¿Haz hablado con alguien de fuera sobre nuestros planes?
—No señorita, nunca lo haría. Yo no he hablado con nadie sobre ninguno de los planes que hemos hecho hasta ahora.
—¿Ni siquiera con Maitthy?
...a ella siempre le contaba todo de todo... no había cosa sobre mi que ella no conociera...
—Ya veo que con ella si llegaste a hablar alguna vez.
—Dudo a Maitthy capaz de delatarnos, conoce las consecuencias que obtendríamos.
—Lo sé, pero, Si-Mony fue el afectado, no tú. Lo que me da la ligera sospecha de que puede ser ella una posible traidora.
—Lilith, aún no sabemos si en verdad hay un traidor.
—Nouha, los niños no mienten, es imposible que Sikkih se haya inventado todo eso por nada. Algo notó el que nosotros no.
—Es que... Maitthy... ella no... no podría hacerme esto...
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Corre si es que puedes
Fantasia¿Qué creerían si les dijera que tuve que escapar con mis amigos de una cabina subterránea en la cual nos volvimos experimentos? Estábamos cansados. Cansados de ser abusados. Cansados de ser solo unos niños de laboratorio. Cansados de sufrir. Por eso...