Mi Luna de Plata - Pasión

Capítulo 53: Aun estás en mis sueños

Tino D.

La desaparición de Cadwell es muy sospechosa, y sobre todo oportuna. Más aun cuando la madre de aquella joven buscaba respuestas respecto a la muerte de su hija.

Este caso me intriga ya que ambas fallecieron por las mismas causas, el mismo día y en horas aproximadas. Cindy, la joven en cuestión, murió por una sobredosis de drogas, lo que le ocasiono un paro cardiorrespiratorio llevándola a una inminente muerte.

Una semana después de la intensa búsqueda de Charles, en la cual no hemos obtenido resultados para nuestra mala suerte. Pese a ello, lo único rescatable de su huida es que al fin la población de Brokemond está a salvo de su maldad y ya nadie caerá en las garras de su hipnotismo para ser su alimento. Muy contrario a lo que pensábamos, ellos al parecer también poseen el control para inyectar su veneno en sus víctimas. Caso contrario, hubiésemos tenido una invasión de vampiros novatos llenos de ansias de alimentarse y de esa plaga ni cómo salvarse.

Continuo empecinado en el caso de aquella joven, al principio el doctor Collins no quiere darme más detalles, ya que al verme demasiado interesado se temía porque haga algo imprudente. Sin embargo, tras mi insistencia termina accediendo a mi pedido y así me voy adentrado en el caso de Cindy.

- Aparentemente el historial laboral de Frank Cadwell está limpio, queramos o no es un médico muy reconocido en Boston así que no hay nada que pueda inculparlo.

- ¿Entonces porque desapareció?, ¿a dónde fue?

Sigo preguntándomelo a cada instante, él lo tenía prácticamente todo; un buen trabajo y prestigio, entonces porque marcharse con rumbo desconocido.

- Yo conozco a su sobrino, él debe saber dónde está, estoy seguro.

Voy a sacarle a Tyler esa información aunque tenga que amenazarlo con lo que más le duela, su propia vida. Cadwell me debe respuestas, él fue quien sugirió desconectar a mi Lucille quitándole la posibilidad de seguir luchando por su vida.

- Si en algo puede servir, bienvenida sea tu ayuda. Esto solo lo hago para ayudar a aquella pobre mujer, para que por fin tenga un lugar donde visitar a su hija y deje de sufrir por su ausencia.

Estas semanas me han servido para darme un respiro. He tenido tanta carga física y emocional respecto a todo lo acontecido, así que refugiarme en este lugar me ha llenado de un poco de tranquilidad. Después de tanto tiempo me he quedado en la cabaña que Lucille y yo alguna vez compartimos, aun duele, es imposible que diga que no; más comprendo que entre todas mis posibilidades logre hacerla feliz hasta sus últimos días, y yo también lo fui. Solo espero reencontrarme con ella otra vez, aunque sea en mis sueños.

A la mañana siguiente despierto con una extraña sensación de felicidad y tristeza a la vez, después de tal sueño no sé por cuál de esas emociones inclinarme. Al fin la vi nuevamente, desde que se fue no lo había hecho y ahora se me presentaba en uno de mis sueños. Verla después de tanto tiempo ocasiona que mi corazón se agite como el veloz aleteo de una mariposa, no hay día que deje de extrañarla.

Me encuentro en la misma cama donde nos entregamos la primera vez, donde la ame con todas mis fuerzas y le jure mi amor eterno. Es algo masoquista de mi parte venir precisamente a este lugar pero, necesito más cosas que me acerquen a ella, si está mal o no ya no me importa. Solo quiero buscar lo que me hace feliz y los recuerdos que más atesoro están en los lugares que recorrimos, conocer a Lucille fue el mejor regalo que dio la vida.

- Estamos de buen humor esta mañana – saluda Adrien al verme desayunar en el jardín.

Se acerca a la mesa y comemos juntos. Ahora que la calma aparentemente ha vuelto a este lugar, se encuentra viviendo aquí.