Ririka miro con un puchero a su mejor amiga quien sonrió tranquilamente mientras que los chicos estaban comiendo las galletas, que por cierto eran deliciosas.
Ken: quédate con la que cocino esto... Están ricas -dijo con una sonrisa.
Tora: galletas de amor... -murmurro con suavidad.
Ririka miro a su amigo con los ojos entrecerrados y Tora se había puesto un poco nervioso.
Ririka: Tora...
Tora: Riri...
Ken se alejo del bicolor y se escondió bajo una mesa mientras que la albina se acercaba a su mejor amigo con los brazos cruzados y una mirada más fría que el hielo.
Ririka: Tora...¿Que quieres decir con eso? -pregunto seria.
Tora:¿Decir que? -pregunto nervioso.
Ririka: pues... Hay una historia con ese mismo nombre -dijo con una mirada fría.
Tora: pues... Espera...¿Y tú cómo lo sabes? -pregunto con una sonrisa.
Ririka cambio su expresión a una llena de pánico y miedo, trago grueso y miro a otro lado con la cara llena de vergüenza.
Akira: oh~, entonces ¿Estás leyendo historias de ti con ciertas personas? -pregunto divertida.
Ririka: n-no... Él nombre me llamo la atención y ya -murmurro nerviosa.
Tora: Pero si era algo obvio que tú eras la protagonista de la historia que yo escribí... Ups.
Ririka miro a su amigo con molestia mientras que el chico miraba a otro lado con muchos nervios.
Ririka:¡¿Fuiste tú?!.
Tora: si te hace sentir mejor... También escribo cosas de Akira y Sumika.
Akira ahora era la que tenía una mirada fría y sorprendía, Ken debió sostenerla para evitar la muerte del pobre bicolor.
Akira: hijo de tu santa madre.
Ken:¿La tía Katy es una santa? -pregunto curioso.
Ririka: esa no me la sabía...
Tora se oculto detrás de Ririka quien decidió ignorar eso por el momento.
Akira: como sea... Ni que fuera verdad que ella está enamorada de mí -dijo cruzada de brazos.
Ken:¿Y tú cómo sabes eso? -pregunto divertido.
La pelinaranja se quedó en silencio y miro a otro lado con las mejillas sonrojadas ganándose las risas de los demás.
Tora: volviendo al tema de los regalos...¿No hay camaras aquí? -pregunto curioso.
