El tifón se fue a eso de las 5 am. El sol ya había salido y Karma estaba estaba listo para irse también, llevaba puesto su vestimenta del dia anterior-y de muchos días anteriores- lavada y planchada por Nagisa. Se había olvidado que su camisa habia sido de color amarillo que gracias a la suciedad se tornó de gris.
Con sigilo, teniendo la intención de no despertar a Nagisa- quién estaba dormido en su cuarto con la puerta cerrada- Karma abrió la puerta lentamente.
-¿No quieres desayunar primero?
Con su corazón latiendo a mil por segundo Karma se dió la vuelta encontrándose con Nagisa. El muchacho tenía puesto su pijama que consistía en una camiseta blanca junto un calentador gris además llevaba su cabello todo revuelto.
¿Desde cuándo estaba él ahí?
-Estuve escondido por si lo preguntas.
Ah, eso lo explica un poco. Pero el pelirrojo estaba aún desconcertado. Gracias a sus sentidos híbridos el era capaz de percatarse si alguna persona estuviera cerca de el, escondido o no.
Decidió no darle más vueltas al asunto.-Aún es muy temprano ¿Por qué no desayunas antes de irte?
Nagisa lo dijo con una sonrisa tan amable que por un momento estuvo a punto de aceptar su oferta. Pero de nuevo se negó. Aceptarla significaría deberle más, algo que nunca podría pagarle. No le gustaba sentirse en deuda con la gente y menos si esta era un humano.
El no tiene la culpa de nacer siendo uno, lo sé, pero eso no quita que tenga un resentimiento hacía los de su especie.
Pero el es diferente, la única excepción.
Contra su orgullo, Karma se inclinó ante Nagisa.
-Gracias por todo.
La primera vez que bajaba su cabeza ante alguien.
-¿Por qué la prisa por irte?
Karma se enderezó mirándolo un poco confundido.
-¿Tienes a alguien esperándote allá afuera?- siguió preguntando Nagisa.
No, no tenía.
-Eso no te incumbe-contestó Karma a la defensiva.
-Entonces quédate. No me es problema, tampoco tengo incombeniente con el dinero.
Entonces una idea oscura se formó en la cabeza del pelirrojo provocando que apretase sus puños con inesperada rabia.- ¿Acaso me quieres adoptar como mascota? No soy un animal de la calle como para que me cojas y me adoptes.- teniendo suficiente de la discusión abrió la puerta de golpe. Se iría lejos no sabría a donde pero se iría.
-¿Así que seguirás viviendo de la misma forma que antes?
Comenzó a caminar
-Te equivocas. No te veo como una mascota Karma-kun, para mí tu eres...
Siguió alejandose.
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Nagisa vivía en un complejo de apartamentos. Karma se percató de aquello cuando salió del departamentos del muchacho. Se dirigió al ascensor aún con la rabia sobre sí.
Él no es diferente.
Muchas personas veían a los híbridos como mascotas y algunas tenían hasta el descaro de botarlas, otras, en peores casos los veían como juguetes sexuales. No eran más que simples herramientas.