-Sniff, sniff, sniff.
-...
¡Nii-san! ¡NII-SAN!
-ugh...sniff... Tadashi...
-Ten-le entrega una caja de pañuelos.
-Sniff...oh, gracias Karma-kun.
De haber sabido que moría alguien en Big Hero 6 hubiera elegido otra película para ver-aunque el apenas y a visto las clásicas y una que otra moderna-, una en que nadie moría pero entonces haciendo memoria se dió cuenta que en la mayoría de las películas infantiles alguien moría y eso significaría que Nagisa terminaría llorando.
-Este chico es demasiado sensible.
¡Nii-san ya no está aquí!
-Sniff...ugh.
Karma suspiró, para la próxima elegiría La Sirenita.
Nagisa poco a poco comenzó a cabecear, sus párpados poco a poco se iban cerrando y lentamente su cuerpo cayó del lado recostándose sobre Karma, cuando su cabeza tocó el hombro del pelirrojo ya había caído dormido. Karma ya se esperaba que el chico cayera dormido en cualquier momento, últimamente había tenido mucho trabajo en la universidad y ha tenido que quedarse muchas veces hasta muy tarde.
Tomó el control remoto y apagó la televisión, con delicadeza- rara en él- separó su hombro de la cabeza de Nagisa, puso un brazo en la espalda del chico y el otro bajo sus rodillas y lo alzó estilo princesa.
-Es muy ligero.
Nagisa murmuró en sueños e inconscientemente apretó su rostro contra su hombro. Suerte que el muchacho no babea mientras duerme.
En brazos lo llevó hasta su habitación la cual era muy similar a la suya, los muebles estaban en la misma posición, a diferencia del cuarto de Karma el de Nagisa estaba muy ordenado, Karma deja todos los libros tirados al igual que su ropa y casi nunca arregla su cama. Destapó el endredón y dejó al chico en la cama para luego arroparlo. Inmediatamente Nagisa agarró la almohada y la abrazó enrollando sus piernas en ella.
Rió silenciosamente. Es como un niño.
Un niño con cara de niña, a veces pensaba que si Nagisa se ponía un vestido o falda fácilmente podía hacerse pasar por mujer. Acarició sus cabellos, eran muy suaves y delicados.
Si no fuera por ti yo...
En silencio salió de la habitación.
...
Al día siguiente Nagisa salió más temprano de lo usual, algo relacionado con la universidad había dicho. Como es costumbre, Nagisa dejó su desayuno envuelto en plástico y Karma solo necesitaría calentarlo en el microondas.
Ahora las raciones de comida del híbrido son más normales, su apetito se moderó y no sólo eso, todo en su persona estaba mejorando. Ya no se veía pálido y demacrado, Nagisa le estuvo dando vitaminas aunque al principio estuvo reacio a tomarlas pero entonces Nagisa puso una cara desdichada como si fuera un perrito que votaste a la calle en plena lluvia y Karma no tuvo voluntad para ignorarlo que al final las aceptó. Además de eso su cuerpo también estaba cambiando, ya no estaba tan delgado y los pantalones ya no se les caían. Desde la primera vez que salió cogió la costumbre de cada mañana salir a trotar, recorre los mismos lugares pero siempre entra a una calle nueva para explorarla. Muchas veces encuentra gente que se lo queda mirando pero a diferencia de antes- de la rabia y de los ¿Qué mierda estás mirando?- ahora los ignora.
