Epílogo

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–¡No puedes abandonarnos Lalisa!-gritó mi mayor agarrándome demasiado fuerte del brazo hasta el punto de sentir que me lastimaba, la mano de la rubia se cerró alrededor de su muñeca obligándola a soltarme–Lali, te he criado desde que eras una niña, desde que tus padres murieron y te quedaste a mi cuidado, te di un techo, ropa, comida y así nos pagas. No sería justo con esta familia que nos dejaras desamparados a estas alturas-apreté los dientes en cuanto la escuché hablar ¿ahora pretende victimizarse intentando hacerme sentir mal cuando lo único que han hecho en esta década es utilizarme para no tener que mover ninguno de sus aristocráticos dedos?

–He trabajado como sirvienta el suficiente tiempo como para haber pagado mi deuda con ustedes-le contesté con una rabia que no quiero incrementar latiendo con intensidad en lo más profundo y arraigado de mis recuerdos–te puedes quedar con la mansión tía Jieun, y lo mismo puedes hacer con la pensión que mis padres destinaron para mí y nunca recibí-sus ojos se abrieron ante la mensión del dinero–Por el contrario, pienso reclamar los terrenos y fábricas que me pertenecen en herencia-anuncié deseando por su propio bien que no tratara de intervenir en mis decisiones, si disponiendo de la fortuna de mis progenitores no tenía oportunidad de ganar, ahora con el apoyo de la corona hasta el intento es inviable–Espero que tengan una buena vida y no volver a cruzármelos en la mía.

Cuando las advertencias estuvieron realizadas y las despedidas dichas subimos al carrueje y no tardé en acomodarme entre los brazos de Rosé, han sido muchas emociones para un solo día y lo único que quiero es acoastarme en la cama a descansar con el amor de mi vida si es posible.

–Permíteme presentarte a mi padre, nos está esperando en el salón real y está muy emocionado por conocerte desde que le conté que te buscaría-mencionó con una sonrisa al llegar al castillo asistiéndome al bajar, y justo antes de abrir la puerta agregó–Que su aspecto serio o su cargo en el reino no te cohíban, él es un hombre muy dulce-asentí intentando permanecer tranquila, ¡Dios, el rey sería mi suegro! «Anne, princesita que bueno que ya estés en casa» un hombre rubio y fornido se acercó a nosotras rodeando los hombros de mi novia para luego mirarme–No seas exagerado papá, solo tardé un par de horas-ella se recostó sobre su hombro con una sonrisita infantil–pasando a un asunto más importante, quiero presentarte a mi prometida, futura esposa y el amor de mi vida, Lalisa Manoban; Lili, el es Jimin Park, mi padre-nos presentó y ambos nos dimos la mano, aunque claro yo casi me desmayo de los nervios al saludarlo, solamente no lo hice porque tendré que verlo toda mi vida y no podré soporter la vergüenza.

–Es un enorme placer conocerlo señor Park, Rosie me ha contado muchas cosas buenas de usted y moría por conocerlo-respondí recordando las veces que habíamos tocado el tema de las familias.

–Puedes decirme padre si gustas, después de todo vas a convertirte en mi nuera muy pronto y mi princesita te ama-corrigió y aguanté el llanto lo más que pude, ya me sentía demasiado sensible con todo lo que ha ocurrido hoy–¿Podrías permitirnos unos minutos a solas querida? Quiero hablar un par de cosas con Lisa-le pidió a Rosé y por más que le supliqué con la mirada que no se fuera me ignoró completamente dejando únicamente un beso en mis labios antes de irse.

–Ahora que estamos solos quiero confesarte que me hace muy feliz que mi pequeña haya encontrado una mujer para amar como yo amé a su madre-habló nostálgico observando el retrato de la reina que adorna la gran pared–aún más si es una jovencita tan hermosa y dulce como tú-me alagó haciendo que el calor se instalara en mis mejillas–Sabes, conocí a tus padres hace muchos años, éramos buenos amigos y si heredaste aunque sea un poco de su virtud, que para que mi hija decidiera dar este gran paso así debe ser-sequé las pequeñas lágrimas que se me habían escapado, escuchar a otra persona hablar de mis progenitores es increíble, aún más si me considera una digna descendiente de ellos–sé que dentro de unos años cuando me retire estaré dejando mi preciado reino en buenas manos y llevarán la gloria de nuestro pueblo mucho más alto de lo que ya está.

–Aún no puede creer que esto sea real y no únicamente un sueño-musité acariciando la fina tela de mi vestido de novia frente al espejo, habíamos tardado una semana en organizar la ceremonia en el área más hermosa del jardín, con farolas y flores por todas partes dándole un aspecto de cuento de hadas. Soo me acomodó el velo apoyando su barbilla en mi hombro con una de las sonrisas más brillantes y sinceras que le he visto.

–Pues créelo Lis porque ¡estás a punto de casarte con Rosé, con la mujer de tu vida, está a nada de volverte su monarca!-chilló emocionándome y poniéndome aún más nerviosa por partes iguales, voy a unir mi destino a mi rubia por fin–La suerte te sonríe por fin y estoy terriblemente feliz por ti, la realeza se ganó la lotería contigo-me sobó los brazos para relajarme antes de plantar un beso en mi cien.

La ceremonia fue maravillosa y sin contratiempos, Rosie lucía como un ángel en su vestido de novia, como todas esas veces en mis sueños donde me confesaba que era un ser sobrenatural y no una simple mortal. El banquete se decidió realizar en el gran salón con los mejores manjares y la orquesta más grande que se pudiera formar, según mi suegro no podía ser menos para las futuras reinas.

–Le doy gracias al viento todos los días por haber tirado mi ropa al agua el primer día que adquirí la valentía para bañarme en el lago-besó mi hombro descubierto rodeándome la cintura desde atrás clavando también sus ojos en el bonito atardecer que se aprecia desde el balcón de la segunda planta.

–Yo agradezco haberme adelantado con la entrega ese día donde me encontré a la mujer más bella y con los orbes más bonitos que alguna vez vi-me giré entre sus brazos descansándolos alrededor de su cuello para luego besar cortamente sus labios–y doy gracias también por haber sido lo suficientemente valiente para acercarme a ti-acaricié su nariz con la mía provocando que ambas sonriéramos–me trajiste de regreso a la vida mi amor, dejé de ser Cenicienta y me convertí en Lalisa Manoban de Park.

Holis🙋
Ahora sí me toca despedirme definitivamente de esta historia. Espero que les haya gustado esta adaptación del cuento infantil, gracias por leerme y apoyarme siempre. Los amo🥰😘.

Byebye🙋.

Una nueva Cenicienta (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora