8. La Fiesta Y Una Cuba Libre

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La fiesta y una cuba libre.

A pesar de querer burlarme de Tony por no seguir mis recomendaciones preferí mantenerme en silencio, se veía enojado muy enojado o quizás frustrado, seguramente no le agradaba la idea de una niña diciéndole lo que estaba mal con sus inventos o quizás era la noticia de una fiesta en la televisión en la cual al parecer nadie esperaba verlo. 

—J, ¿fuimos invitados a eso? - su voz se escuchaba algo oscuro. 

Ante la negativa de Jarvis este se giro y salió del taller. 

—Señorita Ariel - dijo la IA - el señor Stark desea que usted se vista de gala. 

Me mordí el labio, no quería salir de casa (ya lo consideraba mi casa) pero el no hacer lo que me decían siempre había acabado en algo doloroso ya sea emocional o fisicamente. 

Con algo de pesar me dirigió a mi habitación y tomé un vestido corto verde con unos zapatos negros, no dijo nada sobre arreglarme correctamente. Al salir a la sala pude ver a Tony con su traje esmoquin caro, vio su reloj mientras movía su pie, un escalofrío recorrió mi espalda cuando lo vi, me había tardado mucho. 

Sin decir algo ambos subimos al auto deportivo de dos asientos, no era seguro para niños de mi supuesta edad y conducía a toda velocidad haciendo que me agarrara con fuerza de los apoyabrazos.

Cuando llegamos al lugar de la fiesta estaba llena de reporteros con los flashes de sus cámaras a toda potencia, era tanta la luz que casi me deja ciega. 

Tony se bajó sin siquiera mirarme y no me di cuenta hasta que se subió el tipo que estacionaria el auto, me miro con sorpresa, me puse la mascarilla y baje por mi cuenta, era difícil caminar entre la gente y acabe tropezando con un hombre. 

—Lo siento - grite entre todo el ruido. 

—Tranquila pequeña, pero ten cuidado con las personas. 

Cuando mire hacia arriba por la voz conocida me sorprendí de ver al creador de Marvel, él me guiño el ojo y seguio conversando con las chicas a su alrededor como si nada hubiera pasado. Me quede algo sorprendida y con una gran sonrisa, ¡había conocido al gran Stanlee!

Casi no podía de mi emoción, cuando logré entrar a la fiesta dejando atrás el bullicio del exterior me puse a buscar a Tony aún pensando en el encuentro anterior, lo vi a lo lejos en la barra hablando con una mujer hermosa hasta que su mirada se dirigio hacia otro lado de la sala, seguramente donde estaba Pepper con su hermoso vestido. 

Esperando que su humor mejorará un poco con la aparición de su chica me senté en la silla de la barra con algo de dificultad, odiaba ser tan pequeña, el barman me dio una mirada sorprendida pero pareció dejarlo pasar y me pregunto que quería. 

—Una cuba libre virgen - no era alguien que bebiera alcohol en mi vida pasada y menos ahora, pero era un chiste entre mi grupo qué pidiera esa bebida. 

Y al parecer este hombre lo entendió porque se rio un poco antes de preparar mi bebida, me gire hacia la pista mientras esperaba para ver el momento romántico entre Pepper y Tony, no era una de mis escenas favoritas pero era bonito ver el comienzo de su romance, cuando se dirigían hacia el balcón alguien toco mi hombro. 

Una bebida fue puesta frente a mis ojos, la tome sin pensar y volvió mi vista a la pista, había mucha gente y entre ellas estaba la rubia reportera, me caía algo mal, mi mente hizo clic en ese momento mientras le daba un sorbo grande. a la cuba libre virgen, ahora sabía que Tony acabaría de peor humor y seguramente no tendría con quien ir a casa. 

Deje la bebida a medio terminar en la barra y me baje para buscar a Pepper para que me lleve de regreso, antes de poder dar un paso el mundo empezó a girar, quizás me había levantado muy rápido ya que aun no me acostumbraba del todo a este cuerpo. 

Me dirigí al sillón más cercano y me senté allí, de repente me empezó a dar mucho sueño y quizás ya era muy tarde para andar despierta, busco a Tony para saber cuanto tiempo había pasado, lo ojos se me cerraban. 

Mientras miraba sentía como alguien me tomaba de la mano y me llevaba caminando a la salida, pensé que era Tony por las manos grandes y con cayos pero había algo diferente. 

—...¿Tony? -me restregaba un ojo con la mano libre para quitarme el sueño, la persona que me llevaba se veía algo borrosa. 

Sentí como me sentaban en un auto y me apretaban entre dos personas, alguien estaba hablando, quizás ruso, no, era diferente. 

¿Italiano? No, era francés. 

Con shock me desperté completamente, estaba en una camioneta con dos hombres desconocidos o quizás más, trate de moverme y recordar cualquier cosa, había rotó la primera regla de cualquier mujer en una fiesta, mirar como preparaban la bebida. 

Me habían drogado. 

Piedra Carmesí - MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora