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Eran las 11 de la mañana cuando Héctor finalmente despertó, su cabeza dolía horrores y por un segundo no supo dónde estaba. Cuándo su vista finalmente se enfocó, notó que estaba en su cama, con el pijama puesto.

Intentó recordar la noche anterior y el cómo había llegado allí; algún foco pareció prenderse en su cerebro, bailó con Alexis y luego llegó Marc, y si bien no sabía como llegó hasta su casa, podía asegurar que el delantero había sido el responsable.

Estaba pensando en eso cuando la puerta de la habitacion se abrió y Marc entro por ella, un vaso de agua en una de sus manos y una pastilla en la otra; en cuanto el castaño notó que estaba despierto, sonrío acercandose hasta poder sentarse a su lado.

- Buenos días bella durmiente - canturreó besando su mejilla- ¿ qué tal va la resaca?

- ugh cállate, vas a hacer que me explote la cabeza.

- Bueno, tal vez deberías tenerlo en cuenta para la proxima vez que pienses en beber.

- No volveré a beber, lo juró.

- Ah, la típica mentira del borracho, lo vas a volver a hacer Hec.

Héctor basilo.

- Bueno si, pero no si tu no estas ahí para cuidarme o como mínimo decirme que pare un poco- Los ojos de Marc brillaron ante sus palabras y luego simplemente hubo un destello de tristeza en ellos.

- Espero lo tengas en cuenta cuando este en Londres y no podamos vernos por un tiempo.

Héctor sintió el estomago revuelto por algo totalmente diferente a la resaca. Su garganta se seco y trago duro antes de hablar.

-Claro ¿como podría?

- Podrías querer salir más con los chicos, beber con Alexis- El tono de su voz, sin querer le permitió a Fort notar lo mal que el simple pensamiento hacia sentir a Marc.

Aún con su cabeza doliendo y un leve mareo, Héctor se acerco a Marc, tomandolo por las mejillas, juntando sus caras hasta el punto en el que el aire que respiraba uno, el otro lo inalaba.

- Escuchame bien Marc por que no quiero tener que repetirlo dos veces; tú me promentiste que nada iba a cambiar y estoy dispuesto a hacerte cumplirlo. No voy a cambiarte por Alexis ni por nadie y tu tampoco vas a reemplazarme con un inglés estirado que bebe té al medio día o por ningún otro tonto de camiseta azul ¿entendido?

El castaño asiente, se ve más relajado despues de eso.

- Bien si, tienes razón- carraspea- ahora, te traje algo de agua y una pasta, por lo de la resaca y eso.

Héctor lo toma agradecido por el gesto, en realidad si se siente horrible, pero no planea decirselo a Marc, pues este le daría el regaño de su vida.

- Gracias ¿qué haría sin ti?

- No lo sé, hec, no lo sé.

- Por cierto ¿Qué pasó con Alexis? Querías hablar con el ¿No?

Marc sonrió inocente.

- Nada, tuvimos una linda charla y luego el quiso ir a la pista, se tropezó pero nada grave, solo fue un golpecito- Guiu le resta importancia, solo un golpecito, claro.

- Pobre Alexis, lo llamaré después para ver cómo sigue.

- Como digas.

Despues de eso los chicos se acuestan en la cama del más joven, Marc hace piojitos en la cabeza del pelinegro hasta que este se duerme, luego se levanta, dirigiéndose a la cocina con su suegra para ayudarla con el almuerzo, sabe que cuando Héctor despierte va a tener demasiada hambre y quiere que la comida este lista para cuando eso pase.

Y si, en su cabeza llama suegra a la madre de su mejor amigo, no le pregunten por qué.

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Desde otra parte de Barcelona, Pau trata de curar la herida de Alexis, pero este simplemente no colabora.

- Enserio, deja de quejarte, fue solo un pequeño golpecito.

- Caí en una multitud que estaba bailando y que no se dieron cuenta que estaba debajo de ellos, pero claro solo fue un pequeño golpecito- habla con sarcasmo Alexis.

- ¿Ves? hasta tu mismo lo dices, ahora lo importante es pensar en un nuevo plan para Marc y Héctor.

- Pau tiene razón- habla Lamine desde el computador, donde esta en facetime- estan tan ciegos que se daran cuenta de sus sentimentos en su lecho de muerte.

- Se me esta agotando la paciencia con ese par, debemos planear algo rapido.

-¿pero qué? - cuestiona Garrido

- No lo sé, algo más grande, más obvio, que no quede duda de sus sentimientos.

- Una cena romántica.

- Eso es un sabado normal para ellos, al igual que cualquier otra cosa cursi - Contradice Lamine.

-¡Ya lo tengo!- Exclama de repente Pau.

- ¿El qué?

- Han escuchado el dicho de rompete una pierna.

Ninguno tuvo un buen presentimiento, pero ambos permanecieron en silencio escuchando el maquiavelico plan de Pau.

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Holi, aquí la autora.

Ayer tuve un día libre del colegio, por lo que aquí les traigo un nuevo cap, la verdad está ha sido una semana tranquila para mí lo que también me dio la opción de escribir un pequeño one shot de F1 por si quieren leerlo.

¿Que creen que planeé Pau?

Por mí parte eso es todo, espero que lo disfruten.


El Plan- GuiufortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora