Ochako Uraraka había pasado ocho años dedicándose a su agencia de héroes y a una organización que ayudaba a niños con problemas con sus quirks, inspirada en casos como el de Himiko Toga. A pesar de sus logros, su corazón seguía anclado en el recuerd...
La noche tan esperada finalmente había llegado, y Ochako había pasado el día en un estado de constante anticipación, su mente llena de pensamientos y emociones mientras se preparaba para el evento especial que Izuku había mencionado. La ausencia de Izuku durante todo el día solo había aumentado su ansiedad, pero también su emoción.
En su habitación, Ochako se encontraba frente al espejo, ajustando los últimos detalles de su atuendo. Izuku le había dejado un vestido de color rojo en la mañana, acompañado de una nota breve pero dulce que decía: "Para la noche especial". El vestido le quedaba perfectamente, resaltando su figura y su belleza natural. Mientras se miraba en el espejo, no podía evitar sonrojarse ligeramente. El vestido era elegante y sofisticado, con un corte que realzaba sus curvas de manera sutil pero impactante. La tela se ceñía a su cuerpo de manera cómoda, y el color rojo vibrante complementaba su tono de piel, haciéndola sentir segura y hermosa.
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Ochako ajustó un mechón de cabello suelto detrás de su oreja y dio un giro lento para ver el vestido desde todos los ángulos. El vestido tenía un escote en forma de corazón y unos tirantes finos que dejaban sus hombros al descubierto. La falda fluía suavemente hasta sus rodillas, con un ligero vuelo que le daba un aire de elegancia y ligereza. Combinó el vestido con unos zapatos de tacón bajo color negro y un collar sencillo pero elegante, regalo de sus amigas.
A medida que se preparaba, Ochako no podía evitar pensar en Izuku. Se preguntaba qué sorpresa le tendría preparada y por qué había estado ausente todo el día. Aunque la espera la ponía nerviosa, también la llenaba de una emoción que apenas podía contener. Finalmente, después de asegurarse de que cada detalle estaba perfecto, se sentó en el borde de la cama y esperó pacientemente.
Pasaron unos minutos, que se sintieron como horas, hasta que finalmente su teléfono sonó. Era un mensaje de Izuku.
Chat Izuku: Estoy afuera. ¿Lista para nuestra noche especial?
Ochako sintió un cosquilleo de emoción mientras leía el mensaje y se levantó rápidamente, alisando su vestido una última vez.
Tomó una respiración profunda para calmar sus nervios y abrió la puerta. Allí, en el pasillo, estaba Izuku, vestido con un traje negro elegante que hacía juego perfectamente con su vestido rojo. La miró con una mezcla de asombro y admiración, sus ojos reflejando cuánto la apreciaba.
Izuku: Estás...increíble, Ochako -dijo Izuku, su voz llena de sinceridad y un toque de nerviosismo.
Ochako sonrió, sintiendo cómo sus mejillas se calentaban.
Ochako: Tú también te ves muy bien, Izuku -respondió, sus ojos brillando con emoción.
Izuku extendió su mano, y Ochako la tomó, sintiendo una conexión inmediata y reconfortante entre ellos. Caminando juntos por el pasillo del crucero, Ochako no podía evitar sentir que algo mágico estaba por suceder.
