CAP 20

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Mientras Juanjo conducía en silencio, se debatía internamente si debía hablar con su chico sobre lo que realmente sentía respecto a su relación y la idea de salir del clóset. Un par de cuadras después, tras sobre pensar la situación y con el hogar todavía a cierta distancia, finalmente se decidió a hablar.

-Me da miedo que todos se enteren de lo nuestro... no quería que así sucediera... por lo menos no todavía- dijo, desviando un segundo la mirada de la carretera para encontrarse con los ojos llenos de preocupación del menor. Luego, rápidamente, volvió a centrar su atención en la calle iluminada por la luna llena.

-¿Por qué? ¿Qué sucede, Juanjo?- preguntó Martin suavemente, sin apartar la vista del otro que parecía perdido en sus pensamientos.

-Martin, yo no lo sé...- respondió el aragonés, lo que hizo que el vasco comenzara a mostrar signos de frustración. No entendía por qué Juanjo estaba tan afectado por algo que, a su parecer, no debería ser tan complicado de hablar.

-Juanjo, ¿por qué?- insistió, su tono mostrando la creciente incomodidad.

-No sé...- contesto el mayor, sin dar más explicaciones.

-¿Realmente no lo sabes o solo te avergüenza decírmelo?- presionó el más pequeño.

-Martin...- comenzó a decir el otro, pero Martin lo interrumpió, su voz subiendo de tono.

-No, Juanjo, ¿acaso te avergüenzas de mí? ¿¡Qué sucede!? No lo entiendo- exclamó con su voz llena de dolor y confusión.

-MARTIN, no...- intentó explicar Juanjo, pero las palabras parecían atrapadas en su garganta.

-Es que casi todos nuestros amigos son de la comunidad, y de los pocos, de los seis que son heteros, ya lo sabían dos. Nadie te va a juzgar y lo sabes, lo sabes mejor que nadie. Entiendo que es horrible que te saquen del clóset, lo entiendo de verdad, pero nuestros amigos no te dirían nada nunca, al contrario. No tienes miedo de salir del clóset, ¿no? ¿Acaso el problema es que sales conmigo? ¿te avergüenzas de mí- soltó Martin, su voz temblando

-Martin, es tarde. Mejor bájate del auto y mañana tal vez hablamos... Yo me voy a otro sitio -dijo Juanjo, claramente intentando contener su dolor, no podía mirarlo a los ojos. Sentía un peso enorme sobre sus hombros. Frenó en el momento que finalmente llegaron a la casa, claro que no iba a dejarlo solo en la mitad de la nada en una ciudad que apenas conocía.

Martin lo miró, herido, antes de abrir la puerta del coche.

-Siquiera intentas negarlo, ¿sabes qué? Mejor no salgamos más. Le decimos a nuestros amigos que es un malentendido, ya que tú eres TAN hetero. No quiero esto más, nunca más. No quiero esconderme, no quiero tener algo que no vaya para serio, no quiero, y no quiero estar contigo porque eso implicaría lo que yo ya no quiero- dijo Martin antes de azotar la puerta del coche y entrar en la casa, lleno de rabia y tristeza.

Juanjo se quedó en el lugar, observando la puerta hasta asegurarse de que Martin había entrado sano y salvo. Solo entonces volvió a encender el motor y se dirigió a otro lugar, en el camino finalmente no pudo contener las lágrimas. Se sentía destrozado, luchando con el dolor y las inseguridades que lo abrumaban... Sabía que lo que decía Martin no estaba fuera de lugar, tal vez tenía razón, tal vez sí se avergonzaba de estar con él, pero no de esa forma, no lo entendería, tal vez nadie lo hacía o haría, tal vez sí era el momento de dejarlo todo y seguir en su papel de hetero, que era una de sus tantas capas para no mostrarse vulnerable, tal vez esta historia estaría llegando a su fin, pero tal vez no es el fin que él esperaba, tal vez nunca lo había admitido, pero sí se veía siendo novio del vasco, cumpliendo sus sueños de ser cantantes juntos, casándose y quizá teniendo hijos e incluso mascotas que estaría dispuesto a tener solo por él ya que es alérgico, pero eso al parecer, por el enojo del momento, no quedó en un tal vez y menos en una realidad, sino simplemente un deseo, una fantasía, que tenía el mayor, tal vez ambos, pero tal vez nunca lo sabrán, o tal vez sí, tal vez la historia siga y esto fue una pequeña pelea, pero el jotero no quería pensar en positivo y hacerse ideas de algo que muy probablemente no pasaría y se terminaría estampando de golpe con una pared, ya que Juanjo no tiene una explicación buena a sus sentimientos y Martin era todo lo contrario, muy abierto y entendía sus emociones a la perfección, él no tenía que estar escondido en un clóset por nadie, él no tenía miedo, parecía el más sensible y vulnerable, pero tal vez la realidad era otra, Juanjo era el que temía y se escondía en capas que con aquel chico se estaba quitando, pero quedaban, siempre quedan más, pero después de esa discusión que espera que sea temporal, aunque no lo cree, volvieron todas y cada una de aquellas capas que tanto le apretaban, no podía evitarlo, era su manera de protegerse a sí mismo, de él, de los demás y tal vez también de su familia, quien lo había criado de una manera que él no era, tal vez simplemente tenía miedo de sus padres y por eso se avergonzaba del menor, pero ¿cómo se lo haría entender a Martin si lo que tenía miedo es que se entere su familia porque temía que se enteraran sus amigos? Tal vez se sentía más vulnerable y más cerca de su familia, tal vez creía que así no cumpliría sus sueños por los prejuicios de la gente, tal vez tenía miedo de que lo critiquen solo por ser él mismo y tal vez casi todos o la mayoría de los tal vez que rondaban en su cabeza no eran tal vez, tal vez era la realidad, tal vez no, sí era la realidad, sí, se cubría con capas que Martin poco a poco estaba ayudando a romper, y sí, se avergonzaba de salir con Martin, no, con Martin no, con un chico, no por él sino por los prejuicios de su familia, y sí, tenía miedo de que sus amigos se enteraran porque creía que había más probabilidad de que se enteren sus padres, sí, también tenía miedo de que la gente lo juzgue, no solo en la calle, quizá no pueda cumplir sus sueños solo por ser bisexual y no le parecía algo normal, no tenía que tener miedo de ser él mismo, pero lo tenía, él creía que nadie lo entendía, pero no sabe que hay miles o millones de personas que se sienten o se sintieron así, incluso alguno de sus amigos (o alguien que esté leyendo esto, incluso la que lo está escribiendo, pero bueno, eso queda acá). También sabía que sí quería ser el novio de Martin, no solo su "casi algo", pero tal vez nunca suceda por esa discusión, ya que Juanjo no entendía o no entiende sus emociones, así que menos Martin lo podría hacer, y lo peor es que este tal vez sí era posible y quizá nunca vuelva a ser nada de Martin, por lo menos su pareja, y sea el final de esta historia, pero como todo tal vez podría no ser la realidad, y continuar y ser feliz con el que quería que fuese SU CHICO, al que quería poder llamar novio, no solo decírselo a él, sino gritarlo, gritárselo a sus amigos, a sus padres, al mundo, quería no tener miedo y que todo sea de la mano de su chico, bueno, en realidad de Martin, ya no era su chico. Definitivamente, después de sacarle todos los tal vez a su cabeza, Juanjo entendió un poco más de él mismo y sabía que desde ahora, excepto que sea necesario, le va a poner tal vez a su cabeza y aprenda rápido a dejar de sobrepensar. En todo el camino, pensando en todo lo anterior, Juanjo llegó a su destino, donde se tiró a llorar hasta quedar dormido después de ver el hermoso amanecer (no tanto como lo podría ser si estuviera allí esa persona por la que está llorando y deseando ver).

La playa soleada // Juantin 🏳‍🌈💚💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora