La playa soleada // Juantin 🏳‍🌈💚💙

Cap 11

Juanjo fue el primero en despertarse, así que se ducha ya que todavía tenía olor a alcohol por la fiesta, y baja a hacerles el desayuno a los demás ya que a él le encanta cocinar. Escucha que algunos ya estaban despiertos y bañándose, así que sigue cocinando. La primera que baja es Bea, quien lo ayuda poniendo la mesa, y seguido baja Álvaro, que también le ayuda.

-¿Cómo te fue con Martin?- pregunta Bea suavemente.

-Muy bien- dice Juanjo sin contar mucho porque no quería que nadie se enterara de nada.

-¿Pero decidieron empezar a salir? O sea, como novios obviamente no, me refiero como un casi algo o no sé- se explica Álvaro.

-Ah, pues no... todo fue un mal entendido, amigos- miente Juanjo y Álvaro asiente, pero no le prestó mucha atención ya que estaba pensando en alguien en específico, pero Bea sí, se dio cuenta de que estaba mintiendo porque lo conoce bien, pero no dijo nada para no incomodarlo porque en algún momento le tendrá que contar.

-¿Y el chico que conociste anoche?- pregunta Juanjo y luego baja Ruslana.

-Esta noche quedamos ambos en un lugar, pero todavía no sabemos cuál- cuenta Álvaro sin ningún problema.

-¡¿EN SERIO!? Yo voy a ir a cenar con Omar, el chico que conocí ayer, y Kiki y Violeta quieren ir al mismo lugar para cuidarme, se preocupan mucho..., pero sin que él se entere- cuenta Ruslana emocionada.

-¿Dónde? ¿Es bonito el lugar?- pregunta Álvaro.

-Según él es precioso, trabaja allí, anoche le tocó trabajar en la fiesta ya que está conectado, pero realmente no trabaja allí y hoy tiene día libre así que me quiere llevar a cenar allí, ¿por qué? ¿Quieres ir? Te paso dirección- ofrece Ruslana.

-Le voy a ofrecer a Paul, sería como una cita triple, pero en otras mesas y sin que nuestras citas sepan que estamos con nuestros amigos- bromea Álvaro y luego bajan Kiki y Violeta.

-Ah, bueno... yo tenía un plan para esta noche y ahora estamos solo Bea, Martin y yo- cuenta Juanjo mientras sirve el desayuno para todos y Kiki lo ve.

-¡QUÉ RICO! Voy a llamar a Martin- dice Chiara y sube corriendo.

-De hecho, yo tengo un plan con unos amigos que no veo hace mucho y viven aquí- explica Bea sutilmente para que Juanjo no se ofenda.

-Ah, ¡pues genial! Se cancelan mis planes- finge enojo Juanjo.

-Te quiero- ríe Bea.

-Y yo, tonta- contesta Juanjo y se sienta junto a ella para empezar a desayunar. En ese momento bajan Chiara y Martin, y Ruslana mientras desayunan les cuenta lo de Omar y que hoy se van a juntar. Martin le dice que tenga cuidado ya que Ruslana le contó que él tiene unos 7 años más que ella, pero explica que está todo bien porque iban a ir Kiki y Vivi y probablemente Álvaro.

-¿Quieren venir conmigo y Kiki? Así no se quedan solos, bueno, si quieren, claro, ¿no? A ninguna nos molesta pasar tiempo los 4 juntos- les ofrece Violeta, medio arrepentida porque quizás querían tiempo juntos.

-¡Por mí sin problema!- contesta Juanjo alegremente.

-Ay, por mí también. ¿Dónde es?- pregunta Martín y Ruslana les dice.

-¿¡ESTÁS DE BROMA!?- se alegra Bea. -¡Allí voy yo, mi amiga que ayer nos vendió entradas trabaja ahí! Seguro conoce a Omar, entonces vamos a estar todos en el mismo lugar, aunque espero nos toque a algunos en el segundo piso y otros en el primero porque sino se van a dar cuenta-.

-Dios, qué divertido va a ser. Igual quiero conocer a tus amiguitos- dice Álvaro, fingiendo celos, y Bea se ríe.

-Está bien, te llevo un rato antes de lo que acuerdes con Paul- ofrece Bea y Álvaro, que estaba sentado a su izquierda, la abraza.

-Bueno, mejor vayamos todos juntos así no tengo que ir y volver en auto muchas veces- propone Juanjo y todos acceden.

Juanjo durante el día lleva a todos a unos paseos en barco que hay a unas islas cerca de esa playa, ya que su plan a la noche lo cancelaron y tenía ganas de hacer algo divertido y distinto los 7 juntos. Era un barco en el que había 15 personas más, además de ellos, lo cual no era casi nada para el tamaño que tenía. Veían toda la playa mientras el barco se alejaba, aunque la otra isla no estaba muy lejos, realmente.

Kiki, Ruslana y Violeta estaban decididas a sentarse lo más al borde posible para apreciar mejor, pero no tanto porque ya les llamaron la atención una vez. Bea y Álvaro estaban dentro explorando el barco porque los demás ya lo hicieron, pero a ellos les faltó. Por último Juanjo y Martin estaban sentados juntos, cerca de las chicas, pero un poco más atrás, ya que a Juanjo le daba un poco de vértigo.

-¿No es hermosa la naturaleza?- dice Martin viendo la isla con árboles a la que estaban dirigiéndose.

-Pues claro, es preciosa- contesta Juanjo viendo que cada vez hay más peces. -Mira, hay peces-.

-Son muy bonitos, hay muchos- añade Martin y en ese momento vuelven Álvaro y Bea ya que se detuvo el barco porque una de las actividades era saltar al mar desde allí. Algunos dudaron un poco, ya que es algo que tendrían miedo normalmente, pero está todo controlado por la empresa que dirige los barcos, así que saltan. A Juanjo le daba impresión por la cantidad de peces que había en un lugar no muy lejano, pero lo suficientemente lejos para no molestarlos cuando saltan. Martin le agarra la mano y saltan juntos. Después de un rato, los peces se acercaron y aunque eran inofensivos, todos subieron al barco ya que no querían molestar en su hábitat. Era difícil subir, pero Bea, Juanjo y Kiki lo lograron fácilmente. Bea ayudó a Álvaro desde arriba, Chiara a Vivi, y Juanjo primero a Ruslana y luego, cuando ya subieron todos, a Martin que, como todos estaban dados vuelta, le robó un beso en el momento que hizo el impulso de subirlo lo que Martin contesta con una risita.

Arriba tenían un bolso con las toallas, pero Álvaro, Chiara y Ruslana se las olvidaron por estar jugando entre ellos, así que Violeta se envolvió a ella y Kiki con su toalla ya que era bastante grande para ambas. Martin le dio su toalla completa a Ruslana y Juanjo la compartió un rato con Álvaro hasta que se hartó y se la dejo entera, ya que Álvaro es muy hiperactivo y en menos de 3 minutos no se quedó quieto. Martin tenía mucho frío ya que acababa de salir del agua.

-Oye Martin, toma- Juanjo le ofrece su sudadera.

-No gracias, lo voy a empapar, póntela tú que tampoco tienes toalla- agradece Martin, pero Juanjo se lo deja en la mano.

-Me da igual, ponte esto- contesta Juanjo y Martin lo hace.

El barco finalmente llega a la isla y les permitieron explorar libremente, en una hora y media tenían que estar de vuelta ya que era una isla no tan grande, pero con mucho que ver. También les explicaron qué hacer si se pierden y pidieron que se mantengan en grupos de más de 5 personas. Todos lo entendieron perfectamente y comenzaron el recorrido. Kiki y Violeta estaban como si fuera una cita perfecta. Había un lugar que vendía comida y decidieron compartir un licuado de cereza. Estaban todos a menos de un metro de distancia, pero ellas parecían que estaban en otro mundo. Ruslana quería ir con ellas, pero se dio cuenta de que ahí ese día no había lugar. Vio a Juanjo junto a Martin también, riéndose y viendo qué pedir. Uno eligió un licuado de durazno y el otro de vainilla. Ambos se ofrecieron sus bebidas para que prueben la del otro y finalmente terminaron compartiendo ambas porque les gustaron las de los dos. Juanjo le pasó el brazo por la cintura a Martin y Martin por los hombros, y se quedaron así mientras caminaban y recorrían la isla, igual que las chicas, aunque estaban a un metro de ellos parecía que están en otro mundo. Así que finalmente Ruslana fue con Álvaro y Bea, pidieron un licuado de fresa cada uno y los tres exploraban la isla de la mano, pero se aseguraban de no alejarse de sus amigos. Era difícil ya que Chiara y Violeta iban bastante rápido y Martin se quedaba apreciando todo de la naturaleza y le explicaba a Juanjo por qué es importante cada cosa. Así que muchas veces tenían que llamar a Kiki y Vio para que no se alejen, y otras Ruslana empujaba a Martin para que avance. De igual forma, no se perdieron y llegaron a tiempo al barco, pudiendo explorar toda la isla. Volvieron a casa y Martin seguía con la sudadera de Juanjo, se durmió en el sofa 1 hora con ella puesta y se cambió después de bañarse. A las 7:50 p.m. ya estaban todos en el auto, ya que Bea quedó a las 8 y era un viaje bastante largo aunque no lo parecía realmente. Llegaron 10 minutos tarde y ya estaban los amigos de Bea allí, pero también estaba...