Cap 5: Entrenadora Pokémon

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Ivy: ─No... Tienes razón.─ Dijo en voz baja. ─Necesito aprender más antes de enfrentarme a un gimnasio...

Evan: ─Te recomiendo que te quedes entrenando por aquí un tiempo, te ayudará a aprender un poco antes de meterte a lo loco en los combates Pokémon. Siempre que estés registrada en la Liga Pokémon, no debería haber problema con que pases unas noches en el centro Pokémon de aquí.

Finalmente llegaron al pueblo, una pequeña villa con una granja repleta de Miltank y Tauros pastando tranquilamente en la extensa llanura delimitada por unas pequeñas vallas de madera. El camino principal hecho de grandes guijarros mientras que las calles secundarias no eran más que tramos de césped dónde las continuas caminatas de sus habitantes habían marcado de tierra sus recorridos diarios, todas las casas eran de tan solo uno o dos pisos máximo y el centro Pokemon se encontraba como el único edificio moderno del lugar.

Ivy asintió con la cabeza aceptando su recomendación de permanecer por un tiempo en el pueblo mientras observaba atentamente los alrededores del pequeño pueblo.
Ivy: ─Sí, supongo que me vendría bien tomarme las cosas con más calma.

Evan: ─Muy bien, entonces sígueme.─ Comenzó a dirigirse al centro Pokémon, saludando a todos los habitantes con los que se cruzaba en el camino. Supongo que aún no te habrás hospedado en ningún centro pokemon, tan solo debes mostrarle a la enfermera encargada tu licencia de entrenadora.

Ivy le siguió de cerca, observando los cálidos saludos que recibía de cada uno de los pueblerinos.
Ivy: ─¿Licencia de entrenadora? ¿Eso existe?─ Preguntó estando totalmente desfamiliarizada con eso.

Evan se detuvo en seco, dándose media vuelta y mirándola en silencio como si fuera a saltarle encima a morderle la yugular por hacer esa pregunta.
Evan: ─Tienes que estar de broma... ¿Cómo que no sabes lo que es? ¿No te lo explicaron en el laboratorio cuándo te dieron tu Pokémon?

Ivy: ─Me explicaron varias cosas pero me distraí viendo por la ventana a varios Pokémon monísimos jugar...

Evan no entendía cómo se podía cagarla tanto antes incluso de empezar el viaje. Simplemente decidió rendirse en decir nada y entró en el centro Pokémon junto con ella.
Evan: ─Por el momento ves a que curen a tu Turtwig, yo debo hacer unas cosas en el PC.─ Dijo, todavía sin creerse cómo podían tener la misma edad, y se fue solo hacia el PC.

Ivy: ─Eh... Vale... ─Notaba la mirada asesina del chico y fue hacia el mostrador donde se encontraba la enfermera, dándole la Poké Ball de Turtwig para que lo curase.

Tras esperar unos minutos, curaron por completo a Turtwig y le devolvieron la Poké Ball a Ivy, ya con su compañero con la salud restaurada, se dirigió hacia el PC donde Evan se encontraba mirando lo que parecía ser un mapa del bosque de antes con varios puntos moviéndose por él.
Ivy: ─Entonces... ¿qué estás haciendo en esa cosa?

Evan: ─Nada, simplemente echando un vistazo a los Beedrill gracias a unos chips que llevan puestos. Sus rutas y distribución me permiten saber qué necesitan, si ya han evolucionado los Kakuna o si algo ocurre y debo ir allí inmediatamente.

Ivy: ─Eso es genial.─ Dijo genuinamente impresionada a pesar de no entenderlo del todo. ─¿Algo fuera de lo común?

Evan: ─Por suerte nada, todo parece normal.─ Mencionó casualmente mientras cerraba la pestaña y abría otra con la web de la Liga Pokémon. ─¿Te obtenemos la licencia de entrenadora?

Ivy: ─¿Pero para qué sirve eso? ¿Qué demonios es?

Evan: ─Uff... En resumidas cuentas, es una licencia necesaria para ciertas cosas como viajar por toda la región con Pokémon y además da algunas ventajas en determinados sitios como centros Pokémon.

Entrenadora novata. El viaje de Ivy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora