13 de abril, era poco más de las 6 de la tarde e Ivy y Evan acababan de salir de Pueblo Contadino, camino hacia Ciudad Brucio. La hierba con un verde fresco y brillante, moviéndose al compás de una brisa fresca y primaveral junto con la luz perdiendo intensidad lentamente, avisando del atardecer próximo y de las pocas horas restantes de Sol.
Evan: ─Entonces vamos a Ciudad Brucio, ¿no? No es una mala parada pero no tienen un gimnasio, supongo que por lo menos sabrás eso.─ Dijo mientras caminaba con pisadas ligeras y observando con detenimiento sus alrededores, como si fuera la primera vez que va por la zona.
Ivy: ─Pues claro que lo sé, pero tú mismo dijiste que no había prisa. Al fin y al cabo, hasta mayo no abren los gimnasios.
Evan: ─¿Y tienes decidido a cuál vas a ir primero? Hay mejores rutas que otras para hacer los gimnasios.
Ivy: ─Eso da igual, lo mejor de un viaje es hacer las cosas a la marcha, ¿al final no trata de eso un viaje?
Evan: ─Es decir, que ni lo has pensado aún.
Ivy: ─Es otra manera de verlo...
Evan: ─En serio, eres un desastre. ¿Cómo te vas de viaje por la región y no tienes nada planeado?
Ivy: ─Bueno, ¿acaso tú tienes algo planeado?
Evan: ─¿Por qué debería tener yo algo planeado?
Ivy: ─Porque tú también vas a combatir, ¿no? Digo yo que si vas a quejarte de otros, deberás tener algo pensado antes.
Evan: ─¿Cuándo he dicho que vaya a combatir? No me interesa perder mi tiempo en combates de gimnasio. Y de hecho, sí que tengo una ruta pensada.
Ivy: ─¡¿Ehh?!─ Exclamó sorprendida. ─¿Entonces por qué vienes conmigo? ¿Solo por acompañarme o qué?
Evan: ─Más o menos, me apetecía viajar.
Ivy: ─De verdad que no te entiendo. Bueno, has dicho que tenías una ruta pensada, ¿cuál es?
Evan: ─Básicamente sería ir a Pueblo Tapeli para la primera medalla, y tras eso ir a Ciudad Yapige ya que después la mayoría de los gimnasios mientras subimos hacia el norte se encuentran por el oeste de la región. Es una buena ruta, bastante cómoda y sin muchos peligros.
Ivy se quedó procesando la información en silencio, tratando de traducir a su cerebro el concepto de la palabra oeste.
Ivy: ─Está bien.─ Respondió tras unos segundos, creyendo haber entendido todo correctamente. ─A fin de cuentas vamos a tener que pasar por todos los sitios así que no es como que vaya a cambiar mucho la cosa.Evan: ─Te sorprendería lo mucho que puede cambiar.
Tras esto, ambos entrenadores continuaron caminando, a veces manteniendo pequeñas conversaciones y otros momentos en silencio, en los cuales Ivy aprovechaba dentro de su mente para tratar de familiarizarse con los puntos cardinales. Se hicieron las 8 de la tarde y el Sol ya se estaba ocultando tras las montañas de la lejanía, dejando un cielo anaranjado que marcaba la cercanía de la noche.
Ivy: ─Pronto anochecerá, ¿te parece si cenamos y vamos a dormir?
Evan: ─¿Tan pronto? Pero si y-...─ Iba a quejarse pero se paró a mitad a pensar. ─Está bien, ¿qué ingredientes traes?─ Preguntó en tanto que dejaba su mochila en el suelo, abriéndola y buscando con calma en su interior para después sacar lo que parecía una pequeña maleta de mano hecha de polipropileno, para posteriormente abrirla y comenzar a desmontarla, mostrando ser en realidad una mesa portátil de 45x60 centímetros, soportadas por unas patas de acero cuadrado galvanizado de 55 centímetros de altura y cubiertas en el extremo inferior con una almohadilla de goma en cada una de las patas.
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Entrenadora novata. El viaje de Ivy.
Hayran KurguIvy es una joven de 16 años feroz, decidida e inexperta que se marcha de su ciudad natal y comienza su viaje como entrenadora Pokémon en la región de Etruria para convertirse en Campeona Pokémon. Sin embargo, su primer intento de captura resulta en...