𝐒𝐞𝐯𝐞𝐧 ~ 𝐘𝐨𝐮𝐧𝐠 𝐌𝐢𝐤𝐨 🪩

nosotras tres ½

Emily's version 🤍🌥️🥥🪩
🇲🇽 09:00 A. M.
12/09/2022

Hoy era mi junta con el artista misterioso, estaba muy ansiosa y curiosa de saber quien era y porque no querría que supiéramos de el.

Entre otras cosas durante mi siesta del día de ayer sospechosamente no recordé nada, pensé que está vez volvería a recordar algún momento con Victoria y Mariana pero no fue así.
Sin embargo con las preguntas de ayer de Pao me quedé más que pensativa y mil preguntas surgían de mi cabeza.

¿Que será de Victoria ahora mismo? ¿Me extrañaran? ¿Se abran olvidado de mi? Necesitaba contactarme con ellas pero no tenía como, desde que me mudé tuve que cambiar mi número telefónico, y por medio de redes sociales no sabía cómo encontrarlas.

Estaba lista me había vestido algo casual pero sin perder la elegancia, unos jeans algo grandes de color café, un top blanco y por encima una camisa de vestir blanca también y tacones.

Me encantaba lucir bien...

Junto con Pao (como siempre) llegamos a las oficinas y de nuevo Tina me recibió para avisarme que Lu me esperaba en su oficina, asentí y fui directo hacia allá.

L: Toma asiento Emily

Hice lo que pidió y tome asiento para luego preguntarle que era lo que necesitaba...

¿Pasa algo Lu? ¿Necesitas algo?

L: Todo bien Emily, quería asegurarme de que ya tengas tu material listo, aunque eres mi diseñadora estrella se que tienes todo bajo control -ella rio-

Bueno pues estás en lo correcto, ya casi está todo terminado solo falta que me entreguen unas piezas que pedí y estaría todo listo ¿Te muestro? -hable yo-

L: No es necesario se que está increíble, te voy dando la llave de sala de juntas los clientes llegan en dos horas máximo -dijo ella sacando las llaves de un cajón y entragandomelas-

Perfecto gracias Lu, nos vemos en un rato -dije y con eso salí de su oficina-

Prepare mis herramientas, y puse unas carpetas frente a tres sillas, pues me dijeron que solo tres personas asistirían  y luego puse unas botellas de agua.
Salí de sala de juntas y me quedé esperando a que los clientes llegaran no faltaba más de unos 20 minutos.

Le pedí a Tina que estuviera cerca por si en algún momento la necesitaba.

Pasados treinta minutos yo estaba en mi oficina y Tina llegó corriendo para avisarme que habían llegado, ha este punto estaba algo molesta pues si existía algo que odiaba era la impuntualidad pero deje eso de un lado y volví a poner una buena cara.

Tina como siempre hacia que me riera de algo y yo tenía unos libros en mis dos manos, entre a sala de juntas riendo pero esa risa se desvaneció rápidamente y se convirtió en una expresión de confusión y sorpresa.