A-Mar

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Aún duele la herida en mi cabeza. No se ve, no quedó cicatriz, sin embargo allí está el dolor latente, como el desamor.

Esta vez separaré el mar, serán dos, uno a cada lado. Caminaré entre medio como el mesías prometido, permitiendo llegar a la meta final, a la tierra prometida donde habrá paz.

Allí encontraré lo más sagrado, lo más esperado y lo que más anhelo desde hace años en ese desierto donde me encontraba.

Me encontraré a mi misma, a la que alguna vez creyó en si, a la que no dudaba de lo que pensaba y a la que siempre le importó poco que no la amaran como se merecía.

Porque me tenía a mi misma.

Y lo volveré a tener.

Me volveré a tener.

Para mar,

                     para volver a encontrarnos y nunca volver a perdernos en el pasado.

Mis nuevos días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora