27-69 T-A-Q

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Las noches siempre fueron mi lugar seguro, donde mi mente descansaba de mi misma.

Pocas veces me costó dormirme, muy pocas, pero aún así fingí que no tenía sueño para acompañarte en tus noches menos estrelladas.

La luna llena muestra solo un lado de su totalidad, al igual que yo hice contigo al principio.

No soy perfecta, no soy nada realmente bueno e idealizable. Supongo que por ello siempre me terminan abandonando, dejando a la merced con solo un remo de madera astillado. Tu me dejaste también con un remo, junto con solo un par de manzanas agusanadas para las siguientes dos lunas. De ellas salieron mariposas que en cuestión de un día murieron en la lejanía de tierra firme.

En el reflejo del tocador del baño me hablo a mi misma como la gente hace en las películas. Creo que desbloquie un nuevo nivel de locura post ruptura.
Me digo a mi misma con una mirada dura pero algo insegura, en voz alta y con un dedo acusador señalando mi rostro de forma bilateral: No vas a sufrir más por amor. Ya no.

Mi mente se disipa y me urge la necesidad de crecer, de desplegar el suelo con mi esfuerzo y dedicación.

Si, no estoy en mi mejor momento, ni por asomo. Tampoco soy feliz al tomar nota de donde estoy parada, sin embargo ¿que más se puede hacer cuando tocas fondo?

Subir. Solo subir.

Puede que no tenga alas de ángel, ni alas de diablo, pero tengo alas de mariposas, alas de un ser que mutó y aunque viva poco tiempo aprovechará ese día al máximo. Aún sin tierra firme, aún sin plantas que polinizar, aún sin agua dulce que tomar, aún sin piedras en la que descansar.

Esas alas son finas, delicadas, con colores que solo yo entiendo, con la movilidad que yo le genero, con la forma más curvilínea que se duplica de forma en ambos lados como el reflejo en un espejo.

Se que es pronto para decirlo, pero gracias, muchas gracias por esas dos manzanas.

Gracias por ese único remo.

Gracias por esa balsa incómoda y decolorada.

Simplemente gracias por ello.

Necesitaba ese empujón para salir del barco inestable.

Necesitaba que esa ola golpeara el barco llamado Poseidon.

Porque sin ti no hubiese podido ver lo cómoda que estaba entre mi incomodidad.

Porque sin ti no hubiese podido ver que yo puedo volver a surgir entre las cenizas.

Porque sin ti nunca hubiese reconocido mis problemas del pasado, lo que he avanzado este tiempo en terapia, y lo que puedo seguir avanzando.

Gracias a ti pude comprender que no somos lo que nos pasa, somos lo que hacemos con lo que nos pasa.

Gracias ola de mar, gracias luz de Luna por esas noches, gracias.

Te dejo una breve poema final:

Aire salado, mar en la lejanía, nosotros en la poesía.

Porque nunca fuiste mío, como el viento en primavera, como las mariposas en la pradera.

Pude vernos en un futuro imaginario, pude vernos terminando.

Puedo ver el bucle de la hélice donde te pierdes.

Y como dice la canción en el mes en el que nos encontramos:

Con quererlo no fue suficiente, para mi no fue suficiente. No eras mío para perderte.

Nunca fuiste mío.

¿Lo recuerdas?

El deseo por tenerlo todo.

Subirnos al auto y arrancar.

El deseo por tenerlo todo...

Se desvaneció contigo en las olas que rompen continuamente.

Las olas se rompen y recomponen, al igual que tú y yo

Y del lenguaje nuevo que debo desaprender hay dos códigos secretos que nadie va a poder entender:

27-69
T-am-quiero

Mis nuevos días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora