Capítulo 2- Una más, otra más

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  Me encontraba al otro lado de la calle del edificio donde vivía, no podía cruzar, estaba más transitada de lo normal, la tormenta que estaba esa tarde sobre la ciudad cada vez estaba más fuerte, estaba totalmente mojada y estaba más segura que los documentos que llevaba estaban mojados, oficialmente este no era mi día. Los autos que se encontraban atascados en el transito comenzaron a circular dejándome el paso libre para avanzar, corrí hacia al otro lado de la calle, cuando estaba en medio del pavimento me resbalé y perdí el equilibrio, equilibrio que a los segundos recupere evitándome un fuerte golpe en la parte baja de la espalda (mi trasero, el cual tenía un tamaño... considerable).

 Me introduje en el gran edificio donde rentaba un pequeño apartamento al que le llamaba mi hogar, cuando me encontraba lejos de las grandes gotas de lluvia que caía esa tarde, gire mi cabeza a mi lado izquierdo al ver si se encontraba esa pelirroja con pequeñas pecas que adornaban su cara, pero no, Dafne no estaba, me imaginé que andaba en busca de un sorbete de vainilla, el que acostumbraba comprar cuando se le apetecía, gire mi cabeza al frente y comencé a encaminarme hacia las gradas,  Comencé a subir cada una de ellas. Cuando me encontraba al frente de la puerta que llevaba un pequeño trozo de madera la cual traía marcada con tinta indeleble"25" introduje la llave en el orificio de la cerradura y gire, tire mi bolsa en el sillón que se encontraba al frente de la ventana que daba vista a gran parte de la ciudad, camine a eso que llamaba habitación y me tire en la cama que se encontraba en medio de aquel cuarto vacio, que con dificultad tenía unos pequeños cuadros(pintados por mi) que colgaban y decoraban un poco el cuarto de color blanco. Comencé a sacar de mi cuerpo la ropa majada que traía puesta, cuando estaba desnuda entre a la regadera, a los minutos sentí recorrer el agua tibia por mi piel blanca, deje mojar mi cabello castaño y ondulado, no me sentía más relajada que en la ducha.

Pase por la parte alta de mi aquel suéter de lana caliente, tenia frio, mi cabello colgaba a los lados de mi cuello, la tormenta no había parado, seguía igual o peor que antes, cerré las cortinas verde menta, amo ese color, me dirigí a la cocina, prepare un chocolate caliente, con el chocolate en manos me dirigí a la habitación y me metí entre las sabanas de la pequeña cama unipersonal, pegue un sorbo a mi chocolate, después me arrepentí de haberlo hecho., Porque mis labios y lengua se encontraban ardiendo debido a la quemadura del chocolate caliente, después de unos minutos ceso un poco y decidí que esperaría un poco para tomar otro sorbo, puse la taza en la mesita al lado de la cama, suspire y cerré mis ojos, mi vida, en Aarón y la muerte de mis padres llego en ese momento a mi mente, abrí mis ojos de un solo golpe, no quería recordar nada de aquellas personas y sentimientos, tome entre mis manos la taza, estaba a punto de tomar un segundo sorbo a mi chocolate cuando llamaron a la puerta, " hash" proteste para luego ponerme en pie y salir de la habitación, gire la perilla y pude ver de quien se trataba, era Dafne,

"hola Cloe"  me saludo la pelirroja acompañada de una sonrisa.

"hola, pasa" le conteste, para luego moverme a un lado para dejar pasar a Dafne.

"te traje tu correspondencia" me dijo, un escalofrío recorrió mi cuerpo al pensar que entre esos sobres, uno podría ser una amenaza de parte de Aarón. Tome los sobres que me extendía entre mis manos, para luego a paso rápido dirigirme hacia la pequeña mesa redonda con mantel floreado,  tome la silla y la hale hacia fuera, tome asiento, comencé a leer los datos de cada una, el penúltimo sobre llamo mi atención, deje los demás sobre la mesa y comencé a abrir ese último sobre... la voz chillante de Dafne me saco de mis pensamientos.

"Cloe, no te asustes, yo te apoyo, además no siempre que venga la correspondencia significa que el...." La interrumpí al leer lo que el pequeño papel doblado en tres partes que contenía aquel sobre.

"Es el.... Una más.... Otra mas" dije en un hilo de voz; por lo general el siempre me encontraba dos meses después de llegar al país, y aquí ya tenía 4 meses y no me había llegado ninguna amenaza de su parte hasta hoy. Dafne me miro, sus ojos verdes estaban abiertos como platos, con una de sus manos acaricio mi espalda tratando de apoyarme un poco, pero eso no me tranquilizaba, sabía que tendría que comenzar todo de nuevo.

Dafne me ayudo a empacar todo, incluso se encargo de comprarme mi boleto de avión que me llevaría a comenzar todo de nuevo, estaba cansada  de mi  vida, quisiera nunca haber conocido a Aarón, no haberme enamorado tan ciegamente de él, de no haberlo perdonado tantas veces, no sentir aquel fuerte amor que sentía por él, , no haber caído en su juego tan fácil.

 El molesto sonido del despertador hizo que despertara de un solo tirón, de inmediato me encamine hacia la ducha, quite mi ropa y me introduje entre las gotas artificiales, nunca me había duchado tan veloz como ese día, tenía que llegar muy temprano antes de que el vuelo saliera tenia exactamente dos  horas para llegar, Dafne me llevaría en su auto así que no me preocupe por pagar un taxi hasta halla. En un abrir y cerrar los ojos, ya me encontraba detrás del cristal, asiendo movimientos de lado a lado con mis manos, dirigiéndome a donde Dafne, un piso más abajo se encontraba, me asuste al ver que de mis ojos se habían escapado unas cuantas lágrimas, ya tenía mi vida ahí, tenía a esa mejor amiga, y ahora me encontraba a segundos de entrar a ese avión que me llevaría a mi nuevo destino, donde comenzaría una nueva vida, lejos de aquí, Londres era ese lugar, mi nuevo destino era Londres-Inglaterra. Donde tendría que comenzar todo de nuevo.

Nada es para Siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora