Parte 4

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Habían pasado al rededor de 3 horas, el rubio y el pelinegro por cualquier cosa discutían, al parecer no se ponían de acuerdo con nada y esto era algo que ponía de los nervios al menor.

- ¡Mierda, Jeon! Cagaste el maldito dibujo, te dije que no lo hicieras así._Exclamó el rubio con irritación.

- ¡Todo quieres que sea como tú digas! Eres un caprichoso, con razón en la secundaria nadie se juntaba contigo._De inmediato el mayor se dio cuenta del peso de sus palabras, no quería darse a entender así pero rápidamente miro el rostro del rubio quien solo lo observaba con mirada de dolor y asombro ante la repentina respuesta del pelinegro, sintiendo esa respuesta como un balde de agua fría.

- N-No escucha, Ji-Jimin._Se paró de inmediato de su asiento para acercarse a aquel rubio quien ni siquiera se inmutaba a mirarlo, ya que este miraba hacia abajo sin subir su mirada.

- Jimin, escucha, no quise decir eso, me malinterprete._Dijo mientras se ponía al lado del menor agarrando el antebrazo de este, ignorando completamente como su piel era suave ocasionando que una corriente eléctrica pasara por todo su cuerpo, cosa que él rubio también sintió pero fue ignorado por ambos.

- Ji-_No tuvo tiempo en terminar, aquel menor quien no quería mirarlo a los ojos lo interrumpió.

-Véte._Se safó de su agarre con brusquedad sin mirarlo aún.

- ¿Qué..?

- Te dije que te vayas._ Hablo por fin subiendo su rostro, mostrando sus ojos cristalizados, como si de una galaxia brillante se tratase, demostrando dolor y furia en su mirada, por otra parte el contrario que se encontraba enfrente, lo miraba con sopresa ante la mirada tan fuerte y expresiva del rubio haciéndolo estremecer en su interior.

Al ver esa mirada, hizo a Jungkook sentirse como la peor persona del mundo, sintió un dolor en su pecho al ver aquel rubio de lindos ojos estar apunto de llorar por su culpa, estaba pagando las consecuencias de sus palabras, o eso era lo que pensaba Jeon, la mirada de este demostraba dolor y era algo que hacía derrumbarse a él mayor.

-..Pe-pero y el traba-

- ¿No lo entiendes? Quiero que te vayas, el trabajo lo terminaré yo, ¿Bien? Ahora vete, allá está la puerta, largo._ Dijo el rubio señalando la puerta con su dedo índice, mientras que con su otra mano se limpiaba las lágrimas que caían por sus mejillas con fuerza, su suave mirada demostrando dolor se convertía en una completamente de enojo, mostrando sus sentimientos profundos por medio de estos. Esta mirada no pasó desapercibida por Jungkook

- Jimin, sería injusto, no quiero dejarte hacer el maldito trabajo a ti solo.

- ¿En que te afecta? No tendrás que hacer nada y sacarás una buena nota, eso es genial. ¿No? ¿A quién no le gustaría no hacer nada y aún así ganarse una nota alta? ¿No te parece genial?_Pregunto el rubio con un tono sarcástico mientras buscaba la mirada del contrario, en el cual este respondió con firmeza.

- No._El menor ante su respuesta solo se quedó perdido en sus pensamientos mostrando una expresión de asombro en su rostro, pero ni siquiera tenía los ánimos de preguntarle por qué no, estaba tan desanimado y se sentía tan débil que odiaba eso, odiaba sentirse así por el simple de hecho de que un idiota le recordara su pasado, más aún cuando ese "Idiota" era del que se enamoró, al recordar esto sin darse cuenta su corazón comenzó a latir rápido, todos esos rumores aparecieron rápidamente en su cabeza, sintiendo que lo que decían era real, nadie quería juntarse con alguien como él, mucho menos Jeon Jungkook, ¿No?.. Jungkook nunca le confirmó nada sobre esos rumores, pero para él rubio lo que dijo anteriormente fue la gota que derramó el vaso, fue la confirmación de todo, si bien al menos sentía una pequeña esperanza de que no fuera cierto, era algo que no lo hacía odiar a Jeon, pero luego de escuchar esas palabras salir de sus propios labios tan solo sintió como su mente se burlaba de él mismo por sentir una esperanza que Jungkook no pensara así de él, más aún porque llegó a sentir que aquel pelinegro llegó a gustar de él. Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando comenzó a temblar y a llorar como un niño pequeño, poniendo sus pequeñas manos en su cara.

Kookmin. •Mi obsesión• (Historia pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora