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Capitulo 10 Naomi
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Los ojos de Jordanna recorrieron de arriba abajo la tela que sostenía entre sus dedos, era temprano en la mañana, bueno, las 11 a. m., y eso era lo suficientemente temprano para Jordanna cuando se fue de compras.
Dejó una pequeña nota en la mesa de al lado para que Klaus supiera de su paradero. Se había abierto camino por Nueva Orleans, se fue a las 10 y ya había estado en 5 tiendas, 6 bolsas llenas en la mano de ropa, zapatos y joyas para ella y Davina, incluso le puso una chaqueta a Josh porque lo sentía (la bruja incluso había logrado conseguirle a la chica más joven esas 'hierbas' que había querido).
Jordanna dejó el vestido en el perchero antes de hacer su movimiento: miró un hermoso par de Louboutin. Podía llorar con solo mirarlos, eran impresionantes.
Su amor por los zapatos nunca dejaba de sorprender a las personas que la rodeaban. A Klaus le parecía asombroso lo mucho que la bruja podía hablar de zapatos, cuántos pares podía comprar cuando en realidad lo más probable es que se arruinaran mientras ella cometía un pecado, un pecado extremadamente sangriento.
Sus uñas cuidadas rozaron la tela mientras miraba boquiabierta los zapatos, justo cuando se escuchó una voz detrás de ella.
-Lo son ¿no?.-
Jordanna giró la cabeza y se bajó la punta de las gafas de sol para ver mejor quién estaba detrás de ella. Se encontró cara a cara con una hermosa mujer, no mucho mayor que ella.
-Lo son.- tarareó Jordanna secamente, antes de volver la mirada hacia los zapatos. Los colocó en el expositor, tomó un par en caja y se volvió hacia la mujer que estaba detrás de ella.
Una sonrisa maliciosa se dibujó en los labios de la misteriosa mujer mientras señalaba a Jordanna, y sus ojos adquirieron una especie de familiaridad al ver su rostro.
-Te he visto antes, eres la chica que compró el último bolso de Versace en Saks.-
Joder.
Jordanna frunció el ceño y alzó las cejas en señal de interrogación. Tenía mucho Versace, tendría que ser más específica.
-La negra con ese bordado tan bonito.- Una sonrisa burlona se dibujó en los labios de Jordanna cuando las palabras salieron de la boca de la mujer.
Fue como si leyera mi mente.
Jordanna giró su cuerpo, moviendo los montones de bolsas de compras que llevaba en el brazo, y reveló la bolsa de la que hablaba la misteriosa mujer.
