-Los italianos las llaman Strega, los yoruba de África Occidental las llaman Aje, que significa madre. En el lugar de donde era mi madre las llaman Hexa, y aquí las llamamos brujas. A lo largo de los siglos, los vampiros han luchado junto a ellas, se han acostado con ellas y las han quemado. Su magia ancestral es el pilar de esta ciudad, nunca ha habido una bruja todopoderosa... hasta Davina.-
Klaus se movió de su lugar, después de haber estado apoyado contra la puerta mientras escuchaba a su hermano hablar, antes de entrar a la habitación, deteniéndose al lado de Jordanna, quien simplemente le dirigió una pequeña mirada antes de que sus ojos volvieran a posarse en la figura del hermano mayor.
-que ahora está escondida sana y salva al final del pasillo bajo mi protección.-
-Bajo tu protección, mi trasero.- se burló Jordanna, poniendo los ojos en blanco mientras miraba brevemente al Original antes de seguir con la mirada de Klaus los dibujos de Davina de Celeste, la ex amante de Elijah. -Es bonita, Elijah.-
-Y un de maldad según nuestro volátil artista residente.- añadió Klaus, mirando a su hermano con una pequeña sonrisa burlona en los labios. -Igual que tú, Jordanna.-
-Sí, quizá confunde lo que ella llama maldad con poder. Celeste sin duda era poderosa en su época, pero lleva muerta más de 200 años. No lo entiendo. ¿Por qué todos estos bocetos ahora?.-
-¿Por qué una bruja hace algo?.- Klaus puso los ojos en blanco y cruzó los brazos sobre el pecho.
Jordanna entrecerró los ojos y lo miró con una expresión en blanco mientras hablaba sin rodeos, con un dejo de fastidio en su tono.
-porque podemos.-
-¡Vete!.- Los cuatro escucharon a Davina gritar desde su habitación, con sus cabezas inclinadas hacia el techo, un grito irritado se escapó de los labios de Davina, resonando por todo el recinto, seguido poco después el sonido de cristales rotos.
Jordanna resopló en voz baja y miró a Hayley, cuyos ojos se habían abierto de par en par al oír el sonido.
-Es un encanto, ¿no?.-
-Bueno, eso va bien.- Klaus sonrió mientras tomaba asiento en uno de los sillones y se inclinaba hacia delante para servirse una bebida.
-Si estás tratando de ganarte la confianza de la chica, tal envenenar a su único y verdadero amor no haya sido la idea más espléndida.- Elijah sonrió tensamente en dirección a su hermano.
La mención del joven amigo de Davina hizo que Jordanna frunciera el ceño. Se preguntó cómo le estaría yendo, si le iría bien en la escuela de música a la que Josh lo había obligado a asistir.
-Oh, ¿hay alguna otra muerte inoportuna que quieras mostrarme en la cara?.- le preguntó Klaus a su hermano.
-Dame un mes y te conseguiré una lista.- Elijah miró a su hermano menor con una sonrisa sarcástica pintada en sus labios.
