Breves recuerdos

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El día que mi padre me levantó la mano por primera y única (creo) vez, quedó grabado en lo profundo de mi mente, ¿el motivo? No lo recuerdo, tal vez ni sea tan relevante, al igual que la vez que me dijo que soy una tonta mientras lavaba los platos. Generalmente estos pequeños detalles negativos se suelen recordar incluso más fácilmente que los que deberían de ser más importantes.

Pero dejando eso de lado, estoy comenzando a recordar una pequeña anécdota de la vez que dije una grosería cuando era pequeña jaja qué extraño acontecimiento. Estaba jugando con mi hermano, y no sé si simplemente él había ganado, o no entendía las reglas, pero me recuerdo gritando algo, y de repente lo insulto, entonces todo cae en un silencio sepulcral en el acto, y quedo ahí, en el foco de mira de todos. ¿Qué más? No me acuerdo del resto.

En mi casa jamás se había levantado la mano a alguien, ni a mi, ni alguno de mis hermanos, al menos por lo que puedo recordar hasta ese día, mi padre, quien había vivido en carne propia lo que era tener un padre alcohólico y violento, sabía muy bien todo lo que conlleva, acarreando un dolor agudo y constante consigo sin poder terminar de perdonar al que fue su padre, además de nacer en la pobreza, y luchar día a día por sobrevivir, lo cuál logró junto a sus hermanos gracias a su madre, mi abuela, la que les conté antes con quien dormía en la misma habitación.

Tengo sueño. Dormiré. Bye...

Diario de una persona normalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora