viernes 16 de agosto

0 0 0
                                    

Hoy, como nunca, desayuné! Me levanté temprano, me bañé y servi un té con leche, también comí pan con huevo. Luego me fui a la oficina y de paso tomé score más tarde, pero olvidé este último detalle.

Al salir, encontré una cafetería en el camino. ¿Qué haces cuando tomas score y café, y luego te sientes mal? Pues morir! Que más! Okay no...pero bueno!

Hoy vomité 2 veces, casi 3...o tal vez si puede considerarse como 3 veces.

Hace mucho tiempo que no tenía una taquicardia, el dolor, el calor que se siente, el sudor que corre por mi cara, las náuseas y el mareo. Ya casi no los recordaba, pero pues quién me manda a hacer lo que hice.

Si tan sólo hubiera recordado que poco antes me había tomado esa score, quizá habría sido diferente, tal vez no me habría tomado el café. O quien sabe jaja chale

En momentos así, sólo puedo esperar a que se pase, relajación absoluta (dentro de lo que se puede, claro) no hay que desesperarse, ya que la taquicardia puede empeorar, la ansiedad juega en contra. Hay que intentar estar lo más tranquilo posible, respirar profunda y lentamente, evitar lugares con muchos aromas, o un aroma muy fuerte, ya que estos pueden provocar más náuseas, y claro, mantenerse hidratado y descansar en cuanto se pueda. Pero esto no es un consejo profesional, es sólo lo que yo hago a veces, ahora, si los síntomas persisten por mucho tiempo o son muy intensos, fijo que hay que ir a un hospital.

Dejando eso de lado, comienzo a recordar ciertas cosas nuevamente, una de las personas especiales que pasaron por mi vida, fue mi abuela materna también, que en sus últimos momentos, como pudo, desde su silla, con la mitad del rostro paralizado, me hizo una pregunta que jamás olvidaré, ya que yo respondí, pero no fue como pensaba. Ella, con voz triste me preguntó si se iba a mejorar de lo que tenía, ya que no quería irse, yo, respondí con toda seguridad que sí, que mejoraría, que sólo debía hacer terapia y seguir las instrucciones de los médicos. Más o menos al mes, falleció, mientras yo estaba fuera de la ciudad.

Uno de los recuerdos que aún perduran, es de cuando me caía frente a ella, y entre risas me decía "ven para pararte" o "lo que se cae al piso no se recoge". Jaja

Diario de una persona normalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora