Domingo, 18 de agosto

0 0 0
                                    

...Hoy es uno de esos días en los que me siento como la mierda. Cada cosa que hago, que digo, que pienso, son puras estupideces.

Cada palabra que sale de mi boca, aunque sea con la intención de mostrarme en buen estado, como si todo estuviera totalmente bien, viene a ser degradada en mi mente con cada respuesta que me dan.

De todos modos salí, con mi familia, fuimos a comer y dar una vuelta, pero por más que lo intenté, simplemente no pude estar del todo bien, reía, conversaba, o lo intentaba, pero siempre volvía a lo mismo al final, a nada, silencio total.

Quise intentar decir un par de palabras, quería un té, aunque sea para calmar mis pensamientos un poco, pero sólo logré sentirme peor cuando me preguntaron "tú te lo vas a comprar?" Ya que había salido con prisa, y no saqué ni mi billetera, ni el monedero, ni siquiera el documentero, sólo agarre el celular y salí rápidamente dejando mis cosas en casa, y lo había dicho, al salir con los demás.

En días como estos, no puedo evitar que mi propia voz dentro de mi cabeza desplace cualquier pensamiento positivo que pudiese tener, y los reemplace por negativos, recuerdos que debieran ser felices, los convierte en cosas en las que luego ya no quisiera pensar.

En días como estos, es cuando llegan a mi mente pequeños detalles, como aquella ocasión, cuando me encontraba lavando platos en casa, y quién sabe porqué, mi padre me había hecho sentir que era la persona más estúpida en el mundo, una persona muy tonta.

Pero claro, qué más podría ser, si soy una persona tan... imbécil, tan idiota, tan.... inútil.

En días como hoy, sólo quiero recostarme, dormir y no despertar. Hoy, sólo quisiera accurrucarme bajo mis sabanas y llorar, no entiendo nada, no me entiendo, en un segundo estoy en perfectas condiciones, y al otro, estoy a punto de explotar, con ganas de dejar para siempre este mundo.

Por qué no puedo solo dar prioridad a los buenos momentos? Hay tantos buenos recuerdos que debería tener presente, mis padres dicen que me adoran, me aman, claro, que están orgullosos de mí. Pero por qué en estos momentos eso no es suficiente para sentirme... suficiente?

En momentos así, mi propia mente lo único que hace, es atacarme.
Tenía tanto que decir, tanto que quería escribir, pero mientras iba en el transporte, simplemente dejé de hacerlo, y ya no sé qué tanto era lo que iba a plasmar. Bye

Diario de una persona normalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora