1. Tomándose de las manos🫶

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El circo digital estaba en un profundo sueño, bueno, la mayoría. Era cierto que ninguno necesitaba aquello, pero era una buena forma de dejar que el tiempo pasara sin arrasar con su mente en el camino.

Si pudiera ser más relajado se escucharía un grillo, los grillos eran relajantes... aveces, o eso es lo que pensó Kinger.

Supongo que no hace falta de presentación, una pieza de ajedrez que pertenecía al elenco principal del circo desde hace mucho, y cuando se dice desde hace mucho, es que es desde hace mucho, tanto que el nombrado parecía faltarle un tornillo.

Puede que él no llevara la cuenta, pero saben quién sí? Topan al presentador del circo? No dudo que sí. Pues aunque suene un poco raro, aquella dentadura colgante sabía perfectamente los días digitales en los que el rey ha estado dentro.

No era por obsesión, se convenció a sí mismo, era algo que sabía de todos en general gracias a su programación, solo que el conteo de los días de Kinger le resultaba más intrigante.

Caine no era capaz de admitir que le gustaba verlo enloquecer, incluso cuando gritaba del miedo o se glicheaba. No era capaz de decir que le gustaba verlo feliz incluso si no tenía boca, no era capaz de confirmar que le gustaba ver sus ojos azules como agua pura y cristalina, no era capaz de afirmar que le parecía tierno cuando llegaba a un punto de enojo gracias a Jax. No importaba que hiciera Kinger, todo era lindo para el de traje rojo.

Pero claro, una inteligencia artificial no estaba hecha para amar, no estaba preparada para transmitir cariño de forma romántica. Cada vez que Caine pensaba en él, podía sentir como su programación empezaba a volverse loca, disparando códigos y 0101010 por todo su alrededor.

También tengo que recalcar lo mucho que le encantaba escucharlo y verlo feliz?

Creo que esto se me está yendo de las manos, suena muy... genérico.

De todos modos, quién no quiere apagar su mente un rato y leer cómo dos hombres quieren darse un beso?

Dije "quieren", no significa que vaya a pasar, no ahora.

Volviendo al circo, que aún se encontraba envuelto bajo la manta de la noche, se encontraba una pieza de ajedrez acostada en su cama, con los ojos fijos en el techo mientras sus manos sujetaban la orilla de su manta con fuerza.

Se encontraba pensando, pensando en qué sería de él si uno de estos días su mente decidiera abstraerse, sería doloroso? No estaba seguro, pero aún así no quería comprobarlo.

Kinger no podía evitar pensar en eso, y si en vez de él... uno de sus amigos se abstraía? Tendría que presenciar otra despedida? Cuándo sería su turno?... Aunque como se mencionó, él no quería averiguar cómo sería estar en ese estado, aveces solamente quería que sucediera, así no tendría que ver a otro de sus amigos marcharse ya que sería él quien se convertiría en ese monstruo negro con ojos de colores.

Toda ese miedo y duda no lo dejaban dormir, Kinger solamente quería desconectar su cerebro y cerrar los ojos.

Y eso nunca sucedió en aquella noche. Al amanecer, sus ojos se miraban cansados. Aunque dormir no es obligatorio, sus aventuras diarias si lo desgastaban mentalmente, a saber si llegaba a ese punto que se le nombraba "el límite".

Mientras Caine daba los buenos días con euforia, la pieza de ajedrez parecía perdido, sentía como su mente empezaba a llenarse de cosas sofocantes, de miedos y recuerdos espantosos que ni siquiera quería recordar. Sus ojos se movían de un milímetro a otro milímetro, mientras su respiración empezaba a agitarse un poco.

Caine x Kinger || 30 Days OTP Soft / FluffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora